Este sábado, las calles de Tel Aviv se han llenado de israelíes para exigir un acuerdo con el grupo palestino HAMAS sobre un alto el fuego, así como la liberación de los retenidos en Gaza.
Los manifestantes también han urgido al primer ministro, Benjamin Netanyahu, a que detenga sus planes de ocupar Gaza, una estrategia que podría resultar en la muerte de los retenidos.
La concentración estuvo marcada por intervenciones como la de la liberada retenida Sharon Aloni-Cunio, quien acusó al gabinete israelí, liderado por Netanyahu, de haberse convertido en el “instigador de una guerra eterna que está llevando a todos hacia un desastre terrible”.
Poco antes del inicio de la concentración, Einav Zangauker, cuyo hijo Matan está retenido en Gaza, hizo un llamado a la población israelí para iniciar una huelga general, tras acusar al gabinete de haber decidido el destino de los detenidos: “los vivos, asesinados; los muertos, desaparecidos para siempre”.
El viernes, el gabinete israelí dio luz verde al plan de Netanyahu para la expansión de las agresiones y la ocupación total de la Franja de Gaza.
Ante esta coyuntura, los grupos de resistencia palestinos advirtieron que cualquier intento de ocupar directamente Gaza sería un nuevo pantano en el que cualquiera que ponga un pie sería quemado. La resistencia palestina entraría en una etapa de confrontación más difícil y dolorosa con el enemigo ocupante, aseveraron.
Conforme al Ministerio de Salud gazatí, al menos 61 369 palestinos han muerto en la guerra genocida de Israel contra la Franja de Gaza desde octubre de 2023.
Un comunicado del Ministerio de salud de Gaza publicado este sábado, informa que 39 cuerpos fueron llevados a hospitales en las últimas 24 horas, mientras que 491 personas resultaron heridas, lo que eleva el número total de heridos a 152 850 debido al ataque israelí.
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