Por medio de un comunicado emitido este viernes, la oficina del premier del régimen sionista ha informado que las tropas israelíes ya se preparan para tomar el control de la ciudad de Gaza, la capital del enclave palestino.
La declaración ha afirmado que el plan busca materializar cinco objetivos: el desarme del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS); el regreso de todos los cautivos, tanto vivos como fallecidos; la desmilitarización de la Franja de Gaza; el control de seguridad israelí en la Franja de Gaza y el establecimiento de una nueva administración que no sea ni HAMAS ni la Autoridad Palestina (AP).
Asimismo, ha alegado que el régimen distribuirá ayuda humanitaria a los civiles fuera de las zonas de combate.
Medios de comunicación, citando a fuentes israelíes, aseveraron el jueves que Netanyahu ya había obtenido luz verde de Estados Unidos para su controvertido plan.
En una entrevista concedida el mismo jueves a la cadena estadounidense Fox News, Netanyahu confirmó que el régimen tiene “la intención de expulsar a HAMAS de Gaza, liberar a la población de Gaza y entregarla a fuerzas árabes que no representen una amenaza para Israel”.
Sus comentarios provocaron la furia de los grupos de la Resistencia palestina. Mediante una declaración conjunta, los palestinos enfatizaron que las palabras de Netanyahu reflejan la impotencia política y el fracaso sobre el terreno del enemigo sionista, después de dos años de una guerra genocida, que no ha logrado sus objetivos a pesar de cometer masacres, con más de 61 000 asesinados, con el apoyo ilimitado de Occidente, liderado por Estados Unidos.
Por su parte, los grupos de Resistencia palestinos subrayó que cualquier intento de ocupar directamente Gaza sería un nuevo pantano en el que cualquiera que ponga un pie sería quemado. La Resistencia palestina entraría en una etapa de confrontación más difícil y dolorosa con el enemigo ocupante, aseveró.
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