El combustible se ha agotado y desde entonces, comenzaron a detenerse generadores, incubadoras y quirófanos, dejando a cientos de pacientes en riesgo inminente.
Organismos internacionales como la OMS lanzaron una alarma urgente: sin electricidad, los hospitales se transformarán en “cementerios silenciosos”. Esta advertencia cobra fuerza en Al-Shifa, donde recién nacidos en incubadoras, pacientes conectados a respiradores y heridos graves ya enfrentan condiciones insostenibles. El colapso sanitario es una amenaza real y acelerada.
Las agencias humanitarias insisten en la necesidad urgente de permitir la entrada inmediata de combustible. Sin este recurso vital, no solo se paraliza la atención médica, sino que se condena a muerte a quienes dependen de ella. Gaza está al borde de una catástrofe evitable.
Desde el hospital Al-Shifa, la situación es crítica: sin combustible, los generadores ya han comenzado a apagarse, dejando a pacientes en estado grave sin atención. La vida de cientos de personas, incluidos recién nacidos, depende ahora del ingreso inmediato de suministros. Gaza enfrenta el colapso total de su sistema de salud.
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