El coordinador especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el proceso de paz en Oriente Próximo, Tor Wennesland, ha condenado de manera contundente el ataque perpetrado este martes sobre una zona del sur de la Franja de Gaza donde han buscado refugio decenas de miles de desplazados por la guerra genocida del régimen de Tel Aviv.
El criminal bombardeo a un campamento de tiendas de campaña en Al-Mawasi, cerca de Jan Yunis, en el sur de la Franja, ha dejado un trágico saldo de al menos 40 muertos y más de 60 heridos, masacre que pone de nuevo de manifiesto que “no hay ningún lugar seguro” en el sitiado enclave palestino, subraya Wennesland.
En un comunicado citado por la agencia Europa Press, el alto funcionario de la ONU ha denunciado que este ataque se produjo “sobre una zona densamente poblada”, al tiempo que ha recordado “los principios de distinción, proporcionalidad y precaución” para subrayar que “en todo momento” debe protegerse a la población.
El coordinador especial ha llamado a todas las partes a cerrar de forma inmediata un acuerdo que permita aplicar un alto el fuego. “El asesinato de civiles debe cesar y esta guerra horrible tiene que acabar”, ha sentenciado.
Por su parte, el secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Jan Egeland, ha denunciado que el régimen israelí lleva 11 meses “forzando a los palestinos de Gaza a moverse de un lado a otro sin ofrecerles verdaderas garantías de seguridad”, como ha quedado de manifiesto en el caso de Al-Mawasi.
Solo en agosto, las fuerzas de ocupación emitieron 16 órdenes de evacuación, lo que provocó el desplazamiento de unas 260 000 personas. En la última zona bombardeada, que apenas representa ya el 13 por ciento del territorio total de la Franja de Gaza, se agolpan más de 30 000 personas por kilómetro cuadrado, precisa la fuente.
Durante los últimos meses, el régimen israelí ha intensificado los indiscriminados bombardeos contra grandes aglomeraciones de desplazados palestinos en zonas de Gaza designadas como supuestamente seguras, bajo la excusa de que esos ataques están dirigidos contra centros de mando de los combatientes de la Resistencia palestina.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha tildado de “mentiras absolutas” las acusaciones del ejército israelí sobre la presencia de combatientes palestinos en la zona recientemente atacada, al subrayar que la entidad sionista emplea esos falsos argumentos para justificar sus “crímenes tan atroces”.
Desde el pasado 7 de octubre, los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre de las fuerzas de ocupación han dejado un saldo fatal de al menos 41 020 palestinos muertos y 94 925 heridos en la Franja de Gaza, mientras que decenas de miles de víctimas permanecen sepultadas bajo los escombros.
wup/rba