Los hospitales de Gaza, protegidos por el derecho internacional humanitario, se han visto afectados repetidamente por ataques israelíes desde el pasado 7 de octubre. El hospital de Al Ahli, uno de los últimos centros hospitalarios que operaban en el norte de la Franja dejó de funcionar este martes, tras un asalto del ejército israelí. El director del centro médico, Fadel Naim, dice que las tropas israelíes atacaron el hospital y arrestaron al personal médico y a pacientes, y destruyeron parte del edificio.
James Elder, portavoz de la Unicef, que pasó casi dos semanas en Gaza, expresa su rabia por la situación en la Franja y advierte que el enclave palestino “es el lugar más peligroso del mundo” para los niños.
A la par, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos critica las confusas y contradictorias órdenes de evacuación que continúa emitiendo el ejército israelí durante su ocupación de Gaza. Reitera su llamamiento a un alto el fuego permanente.
Casi dos millones de personas han sido desplazadas, muchas de ellas obligadas a mudarse varias veces incluso mientras llueven bombas a su alrededor.
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