Con la extensión de la agresión israelí al sur de la Franja de Gaza y evacuaciones forzadas de la población a zonas cada vez más hacinadas, la situación humanitaria en el enclave palestino va más allá de lo imaginable. La Organización Mundial de la Salud pide un alto el fuego para detener la crueldad contra la población palestina.
Agrega que cada día es más horrible que el anterior, y Gaza se encuentra en una etapa en la que los suministros más comunes y básico ya no son accesibles.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos también advierte de que “la sociedad está al borde del colapso” en Gaza, con una inseguridad creciente que se hace especialmente palpable por la noche y que deriva en incidentes violentos.
Gran parte de la Franja de Gaza se ha convertido en un campo de ruinas. Según la ONU, el 80 % de la población ha sido desplazada, sufriendo escasez de agua, combustible, alimentos y medicinas, además del riesgo de enfermedades contagiosas.
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