Milad nació el 3 de febrero de 2020 luego de que su madre quedara embarazada a través de esperma de contrabando de su marido, el preso Walid Daqqa, que fue sacada de forma clandestina de las prisiones israelíes.
Ahora Milad lucha con su pequeño cuerpo por el derecho a la vida de su padre cautivo que le ha sido arrebatado por los israelíes.
Milad is not an ordinary baby. Her name in English means "birth".
— Palestine Captives 𓂆 (@Palestinecapti1) June 2, 2023
She was born from smuggled sperm as her father #WalidDaqqah has been imprisoned for 38 years!
Today, Milad fights with her small body to wrest the right to life for her captive father. #Free_Walid_Daqqah pic.twitter.com/r6YXjuWw6v
Daqqa, escritor y activista palestino encarcelado desde 1986 por su resistencia y lucha contra la ocupación israelí, padece cáncer y su salud se ha deteriorado recientemente debido a la negligencia médica. Las ONG palestinas instan a Israel a liberar a este prisionero enfermo de 60 años.
Además de sufrir la represión, la tortura y otros abusos en las cárceles israelíes, las autoridades penitenciarias israelíes prohíben las visitas conyugales a los presos palestinos, la mayoría clasificados como “prisioneros de seguridad”. Los encierran cuando son jóvenes, cumplen penas superiores a veinte años y cuando son liberados ya no están en edad fértil.
Para muchas esposas de estos presos significa que nunca podrán ser madres, pero algunas se arriesgan y recurren al contrabando de esperma para quedar embarazadas.
Decenas de bebés han nacido gracias al contrabando de esperma de prisioneros palestinos. Sus madres los conciben mediante técnicas de reproducción asistida con el semen que se saca de forma clandestina de las cárceles israelíes.
El nacimiento de estos niños, llamados “embajadores de la libertad”, es una victoria política de la lucha palestina.
Mohanad Ziben fue el primer palestino nacido (2012) con esperma de contrabando salido de una cárcel israelí.
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