“La Presidencia palestina condena la normalización de las relaciones entre Sudán e Israel (…) el acuerdo viola las resoluciones de la Liga Árabe (LA), la Iniciativa de Paz Árabe y la Resolución 1515 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU)”, reza un comunicado publicado este viernes por el Departamento de Asuntos Negociadores de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en Twitter.
La nota se produce en la misma jornada en que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció un acuerdo entre el régimen de Israel y Sudán para normalizar sus relaciones, alegando que es “otro gran paso hacia la construcción de la paz” en la región de Asia Occidental.
La Presidencia palestina, no obstante, ha resaltado que el camino hacia la “paz integral y justa” debe fundamentarse en el derecho internacional, las decisiones de legitimidad internacional y las referencias específicas.
Además, ha destacado que esta vía debería “conducir al fin de la ocupación israelí de la tierra palestina” y a la “independencia del pueblo palestino” en un Estado basado en las fronteras de 1967 y con la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) como su capital.
“Nadie tiene derecho a hablar en nombre del pueblo palestino y la causa palestina”, precisa la nota para después advertir que el liderazgo palestino adoptará medidas necesarias para proteger los intereses y derechos legítimos de su pueblo en este respecto.
The Palestinian Presidency condemns the normalization of Sudanese-Israeli relations. The Palestinian Presidency affirmed its condemnation and rejection of normalization of relations with the Israeli occupation state, which contradicts the decisions of the Arab summits (1/4)
— Palestine PLO-NAD (@nadplo) October 23, 2020
Sudán se convierte en el quinto Estado árabe en normalizar los lazos con Israel. El pasado 15 de septiembre, Baréin y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) firmaron en la Casa Blanca los llamados acuerdos de Abraham, que contemplan el establecimiento de las relaciones con Israel, uniéndose así a Egipto y Jordania, que establecieron nexos con el régimen usurpador en 1979 y 1994.
Estos acuerdos recibieron amplias condenas a nivel regional e internacional. Las autoridades palestinas advirtieron que la normalización con Israel acabará jugando en contra y socavando la seguridad de los países árabes, pues allanará el terreno para “el establecimiento de una alianza militar” liderada por el régimen sionista en la región.
Ante tal coyuntura, los grupos de la Resistencia palestina han asegurado que seguirán con su lucha, e incluso recurrirán a una nueva Intifada (levantamiento), para liberar todo el territorio palestino de las garras de Israel, y han alertado de que responderán a las hostilidades confiando en su poder misilístico, con el que pueden alcanzar Tel Aviv.
La nueva postura de ciertas monarquías árabes ante el régimen de Israel se produce, pese a la larga lista de los crímenes que ha cometido y sigue cometiendo contra los palestinos desde su creación en los territorios de estos en 1948.
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