En una entrevista publicada hoy viernes por el diario israelí Maariv, Netanyahu explica que las líneas generales del plan propuesto por Washington no planean dividir la ciudad ocupada palestina de Al-Quds (Jerusalén) ni limitar las actividades de Israel en los territorios ocupados palestinos.
“No dividiremos Jerusalén (…) nuestra presencia permanente en la región al oeste de Jordania (es decir, la ocupada Cisjordania), como autoridad soberana básica, se mantendrá en cualquier situación”, indica.
El premier israelí destaca también que, en virtud del acuerdo, el régimen de Tel Aviv no repatriará a ningún colono ni desmantelará ninguno de los asentamientos ilegales israelíes en los territorios palestinos. “No eliminaremos ningún asentamiento judío”, sostiene.
No dividiremos Jerusalén (…) nuestra presencia permanente en la región al oeste de Jordania (es decir la ocupada Cisjordania), como autoridad soberana básica, se mantendrá en cualquier situación”, afirma el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre los principios del llamado “acuerdo del siglo” impulsado por EE.UU.
Trump revelará el acuerdo del siglo en el 71.º aniversario del Día de la Nakba palestina
Estas declaraciones de Netanyahu se publican después de que el portal web emiratí Al-Khaleej Online revelara el miércoles que la Administración del presidente estadounidense Donald Trump podría anunciar los detalles de su “acuerdo del siglo” el 15 de mayo, en el 71.º aniversario del Día de la Nakba (“catástrofe”, en árabe), en que se proclamó el régimen israelí en territorio de Palestina.
Algunas fuentes indican que el plan propuesto por EE.UU para poner fin a la lucha palestina por recuperar su tierra niega el derecho al retorno de los refugiados palestinos expulsados tras la formación de Israel, entre otras medidas pro-sionistas.
Desde un principio, las autoridades palestinas denunciaron la iniciativa, tachándola de “bofetada del siglo” y acusando a EE.UU. de complicidad con Israel para destruir el proyecto nacional palestino.
Además, los palestinos rechazan la pretensión de Washington de actuar como mediador, después de que el inquilino de la Casa Blanca reconociera Al-Quds como capital israelí y trasladara su embajada a esa ciudad palestina, a pesar del rechazo y las advertencias a nivel internacional.
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