Según ha informado este miércoles la página web Middle East Eye, las autoridades saudíes están tratando de convencer al presidente palestino, Mahmud Abás, de que llegue a un acuerdo con el régimen de Israel y que también adopte una postura hostil hacia Irán.
Abás llegó a Arabia Saudí el lunes y partió hacia Palestina el miércoles. Durante su estadía en el reino árabe se reunió con el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, así como con el príncipe heredero de este país, Mohamad bin Salman.
Fuentes diplomáticas citadas por el aludido medio aseguran que Riad considera necesario un pacto entre los palestinos y los israelíes para luego poder establecer, de manera oficial, relaciones diplomáticas con el régimen de Tel Aviv.
Esta alianza (con Tel Aviv) no puede establecerse sin primero resolver el asunto palestino; Arabia Saudí no puede trabajar con Israel de manera pública en contra de Irán antes de resolver el asunto palestino”, dice una fuente diplomática saudí.
Después de establecer relaciones diplomáticas, las autoridades saudíes tienen planeado cooperar, de manera pública, con el régimen de Israel en contra de Irán y sus aliados en Oriente Medio, mientras que Riad también trataría de convencer a los palestinos de que adopten una postura antiiraní.
“Esta alianza (con Tel Aviv) no puede establecerse sin primero resolver el asunto palestino; Arabia Saudí no puede trabajar con Israel de manera pública en contra de Irán antes de resolver el asunto palestino”, ha dicho una fuente diplomática saudí que ha preferido el anonimato.
En los últimos años tanto Arabia Saudí como el régimen de Israel están renunciando a su tradicional política de mantener en secreto sus estrechos lazos. En meses recientes, se ha conocido que desde 2014 Riad y el régimen de Tel Aviv han celebrado, en varias ocasiones, encuentros para aliarse en contra de Irán.
Este hecho coincide con los últimos intentos, por parte de Arabia Saudí, de disminuir el poderío y la influencia de Irán en la región. En este sentido, el sábado, el expremier libanés Saad Hariri renunció a su cargo bajo presiones saudíes y adoptó una postura hostil hacia Irán, algo que también se debería a presiones ejercidas por Riad.
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