Entre ellos, tres adolescentes han recibido los impactos de las balas disparadas por los sionistas durante los choques en el campamento de refugiados de Al-Jalazun, ubicado al norte de Ramalá, según la agencia palestina de noticias Maan News.
Los heridos han sido trasladados a un hospital para recibir tratamientos, mientras que varias personas han salido lesionadas por las balas de acero recubiertas de goma.
Asimismo, las fuerzas antidisturbios del régimen de Tel Aviv han herido el mismo día a otros dos palestinos y decenas más han sufrido intoxicaciones por inhalar gases lacrimógenos en las protestas semanarias celebradas en la aldea de Kafr Qaddum, Cisjordania.
El coordinador de la resistencia popular en Kafr Qaddum, Murad Shtewi, ha afirmado que Inad Ibrahim, de 20 años, y otro hombre no identificado han resultado heridos.
Shtewi ha aseverado que soldados israelíes han recurrido a balas de acero recubiertas de goma, granadas de aturdimiento y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

La violenta represión se ha producido tan sólo una semana después de que más de siete palestinos resultaran heridos por soldados del régimen usurpador en Kafr Qaddum.
En esos enfrentamientos, varios palestinos resultaron heridos e incluso un joven de 24 años perdió un ojo.
Durante las marchas contra el muro de separación israelí y la expansión de los asentamientos en Kafr Qaddum, soldados israelíes sitúan regularmente un puesto de control en la entrada de la aldea y lo declaran zona militar cerrada para prevenir la celebración de las protestas semanarias.
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