Por Xavier Villar
En este sentido, es importante recordar que la delegación iraní ante las Naciones Unidas dejó claro que la respuesta iraní podría haberse evitado si el Consejo de Seguridad de la ONU hubiera denunciado el ataque sionista.
“Si el Consejo de Seguridad de la ONU hubiera condenado el reprobable acto de agresión del régimen sionista contra nuestras instalaciones diplomáticas en Damasco y posteriormente hubiera llevado ante la justicia a sus perpetradores, la necesidad de que Irán castigara a este régimen hostil podría haberse evitado”, declaró la misión iraní en una publicación en redes sociales.
Irán ha prometido llevar a cabo una respuesta “decisiva” al ataque israelí que mató a siete miembros de su Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), incluidos dos generales, en Damasco el 1 de abril.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha dejado claro que la República Islámica está decidida a dar una respuesta militar. Durante su discurso conmemorativo del Eid al-Fitr, al finalizar el mes de Ramadán, afirmó que “los valientes hombres iraníes castigarán a Israel”. El ayatolá Jamenei, citado por la agencia de noticias Mehr el miércoles pasado, dijo: “El régimen sionista cometió un error y debe ser castigado, y será castigado”.
Además, uno de sus asesores advirtió en una comparecencia pública que “las embajadas de Israel ya no son seguras”. En los últimos días, dos altos funcionarios iraníes han declarado a la prensa que “Irán tomará represalias directas contra la entidad sionista para restaurar la disuasión”.
La estrategia sionista de crear un caos regional se basa en la idea de someter a Irán, con el apoyo de Estados Unidos. Para lograr este objetivo, Israel no duda en violar constantemente el derecho internacional, como lo demuestra su reciente ataque al consulado de Irán. Además, se evidencia en sus amenazas de una represalia masiva, respaldada plenamente por Estados Unidos, si Irán se atreve a ejercer su legítimo derecho a la defensa, tal como lo establece el Artículo 51 de la Carta de la ONU.
A pesar de que Irán busca evitar una guerra total, es una nación cuya identidad se fundamenta en la defensa de su dignidad y en el rechazo a la humillación. Décadas de intentos de cambio de régimen por parte de Estados Unidos e Israel, así como las sanciones y los asesinatos, solo han fortalecido la determinación y el desafío del país. La idea de que Irán se dejará intimidar por las amenazas de Israel de castigarlo por ejercer su derecho legal a responder a un ataque armado contra su territorio es tan ilusoria como arrogante.
Una vez alcanzado este punto en el que la respuesta iraní parece más que evidente, las preguntas pertinentes serían cuáles podrían ser los objetivos de esa respuesta y cuáles serían las posibles consecuencias tanto para la República Islámica como para la región.
En primer lugar, es necesario analizar si Irán cuenta con las capacidades militares necesarias para llevar a cabo un ataque de ese nivel, lo cual representaría un alejamiento significativo de la doctrina militar de la República Islámica, que hasta la fecha ha mantenido una postura defensiva.
En este contexto, es importante recordar que Irán desarrolló los primeros misiles balísticos de alcance medio en la década de 1990, los cuales tenían la capacidad de alcanzar todas las bases enemigas regionales. Este desarrollo fue seguido por la miniaturización de modelos con una precisión mejorada.
Los misiles balísticos que Irán puede usar para alcanzar fácilmente los territorios ocupados hoy incluyen el Shahab-3, el Ghadr-110, el Fajr-3, el Ashura, el Sejjil, el Emad, el Qiam-1, el Rezvan, el Khorramshahr y el Kheibar.
Un activo importante en el arsenal de misiles de Irán es el nuevo misil hipersónico de alta precisión Fattah, así como la nueva versión planeadora Fattah-2.
También existen informes no confirmados sobre la adquisición por parte de Irán de los misiles de crucero supersónicos rusos P-270 MVE Moskit (SS-N-22 Sunburn), 3M54-1 Kalibr y P-800 Oniks.
Además, también es importante destacar la flota de drones militares, que incluye el Shahed-129, Shahed-149 Gaza, Shahed 171 Simorgh, Shahed 191 Saegheh, Karrar, Kaman-22, Mohajer-6, Mohajer-10 y Fotros, los cuales tienen la capacidad de transportar diversas bombas y misiles aire-tierra.
Dicho esto, es evidente que desde un punto de vista militar, la República Islámica cuenta con los medios técnicos necesarios para dar una respuesta contundente a la entidad sionista.
Otro aspecto crucial es conocer las posibles opciones de ataque que la República Islámica podría estar considerando. En este sentido, podría contemplarse el uso de un tipo de ataque similar al utilizado por los grupos de resistencia iraquíes contra la base estadounidense de Ain al-Asad en enero de este año. Esto implicaría que Irán lanzara varios misiles balísticos contra algún objetivo dentro de Israel. Algunos medios occidentales han mencionado recientemente la posibilidad de que este ataque se dirija hacia los altos del Golán, una región ocupada por los sionistas desde 1967 y originalmente bajo soberanía siria. Esta opción representaría una respuesta contundente a la agresión sionista y cuestionaría el sistema defensivo israelí y su capacidad de acción. Además, esta acción específica sería vista como un intento por parte de la República Islámica de contener la situación al evitar atacar áreas pobladas.
Una de las opciones que está, en principio, descartada por la mayoría de expertos militares iraníes es la de un ataque desde territorio libanés en el que participe de algún modo Hezbolá. Esta posibilidad significaría desplegar prematuramente una de las mejores cartas del grupo libanés e implicaría una desestabilización de la frontera entre la Entidad Sionista y el Líbano. Además, todo indica, según las propias palabras del ayatolá Jamenei, que la respuesta será iraní y no de alguno de los integrantes del Eje de Resistencia (aunque no se descarta la posibilidad de una operación conjunta).
Otra opción posible sería intentar atacar alguna instalación diplomática sionista. Es importante destacar que esta opción se plantea después de que Israel atacara las instalaciones diplomáticas iraníes en Siria sin recibir ninguna condena por parte de la comunidad internacional. En este sentido, Irán podría considerar que las embajadas israelíes serían un objetivo adecuado una vez que se ha demostrado que Israel solo comprende el lenguaje de la fuerza. Como medida preventiva, Israel ha evacuado hasta la fecha 28 delegaciones diplomáticas en todo el mundo. Un ataque de este tipo podría ser utilizado por Irán para argumentar que su respuesta ha sido exactamente igual al ataque inicial sionista en Damasco. No obstante, esta posibilidad presenta problemas, ya que un ataque a las delegaciones diplomáticas israelíes en la región podría poner en riesgo la política de buena vecindad desarrollada por el gobierno de Seyed Ebrahim Raisi.
Finalmente, se podría considerar la opción de un ataque contra una base militar sionista, por ejemplo, en el Kurdistán iraquí (como ya sucedió en enero). Esta sería una alternativa de bajo riesgo para Irán, dado que, por un lado, el gobierno regional del Kurdistán no posee las capacidades militares para resistir, y, por otro lado, aunque el gobierno central iraquí expresaría su descontento, las posibles consecuencias derivadas del ataque podrían ser manejables mediante la diplomacia entre ambos países.
Mientras se prepara la respuesta militar, el ex comandante naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, Hosein Alaie, señaló en una entrevista a medios locales que la mejor respuesta por parte de Irán en este momento es esperar pacientemente y mantener al ejército sionista movilizado y agotado.
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Xavier Villar es Ph.D. en Estudios Islámicos e investigador que reparte su tiempo entre España e Irán.