• Una moto de la policía quema durante los disturbios en Teherán, capital de Irán, 19 de septiembre de 2022. (Foto: Reuters)
Publicada: jueves, 26 de octubre de 2023 15:48
Actualizada: jueves, 26 de octubre de 2023 16:08

Irán condena a dos mujeres, financiadas y preparadas por Occidente, que dirigieron parte de la propaganda antiraní para atizar los disturbios tras la muerte de Amini.

Niloufar Hamedi y Elaheh Mohammadi, detenidas en septiembre de 2022, fueron condenadas a siete y seis años de carcel, respectivamente, tras ser declaradas culpables de tres cargos graves.

Sus juicios comenzaron en mayo de 2023. En los últimos cinco meses, después de múltiples sesiones judiciales y una investigación meticulosa, un tribunal de Teherán emitió los veredictos preliminares el domingo.

¿Cuáles son los veredictos preliminares?

Según la agencia de noticias Mizan, afiliada al Poder Judicial de Irán, un tribunal en Teherán, tras examinar los casos de las dos acusadas, las declaró culpables de tres cargos.

Hamedi fue condenada a siete años de prisión por “cooperar con el hostil Gobierno de Estados Unidos”, que incluye cinco años de prisión por conspiración y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional, así como un año de cárcel por propaganda contra el país.

Mohammadi fue condenada a seis años de prisión por el mismo cargo de “cooperar con el hostil Gobierno de Estados Unidos”, como tramar complots y colusión para cometer crímenes contra la seguridad nacional y a un año de prisión por propaganda contra la República Islámica.

Además, ambas, con respecto a las medidas antiseguridad basadas en los párrafos P, H y Z del artículo 23 de la Ley Penal Islámica aprobada en 2013, recibieron una prohibición de dos años de actividades en los medios de comunicación, las redes sociales y organizaciones políticas.

Conforme al veredicto, los días de detención se deducirán y calcularán, según el artículo 27 del Código Penal Islámico, y las sentencias emitidas podrán impugnarse en un plazo de 20 días ante el tribunal de apelaciones de la capital

¿Cuáles son sus actividades subversivas?

Las dos mujeres, disfrazadas de periodistas, participaron en la difusión de noticias falsas durante los disturbios. respaldados por Occidente,   el año pasado en Irán, incitando a la gente a disturbios y violencia, según la investigación.

Cientos de personas, incluido personal de seguridad, murieron en los disturbios que duraron meses y que fueron desencadenados por la muerte de Mahsa Amini mientras estaba bajo custodia policial.

 

Su muerte, de acuerdo a informes médicos y forenses, se debió a causas naturales. Sin embargo, los Gobiernos y los medios occidentales avivaron las llamas de los disturbios en el país, mediante propaganda.

Hamedi, periodista de un medio local, fue una de las primeras personas que llegó al  hospital Kasra donde estaba ingresada Amini, provocó a los familiares de la joven y distribuyó noticias falsas.

Mohammadi también estuvo presente en Saqqez, lugar del entierro de Amina en la provincia noroccidental de Kurdistán, incitando a la gente con información falsa, dirigiendo algunas escenas y desviando la opinión pública con las noticias y fotografías del funeral, entierro y reuniones que tuvieron lugar en esa ciudad.

La investigación policial estableció que ambas fueron entrenadas para tales actividades en países extranjeros y desempeñaron un rol fundamental en la circulación y el envío de informes distorsionados al extranjero.

Su papel no fue el de informar objetivamente o investigar, sino más bien difundir, a sabiendas, acusaciones directas e indirectas contra las fuerzas de seguridad del país e incitar a la indignación pública.

¿Cuáles son sus afiliaciones extranjeras?

Tal como muestra la investigación judicial, los controles de inteligencia y la información relacionada con la actividad de las dos acusadas en el ciberespacio revelaron que Hamedi cooperó conscientemente con organizaciones hostiles anti-Irán, medios de comunicación vinculados a Estados Unidos y otros gobiernos occidentales.

Uno de esos grupos es United4Iran, una organización con sede en California fundada en 2009 tras los disturbios que asolaron Irán ese año con el objetivo de reunir a activistas anti-Irán y organizar actividades subversivas.

United4Iran está estrechamente asociado con varias agencias gubernamentales de Estados Unidos, incluido el Departamento de Estado de Estados Unidos, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, según información disponible.

Las actividades de la organización son principalmente la popularización internacional de problemas sociales marginales y casos judiciales dentro de Irán, con métodos manipuladores, destinados a causar desconfianza general en las instituciones estatales y crear discordia entre el pueblo y el Gobierno de Irán.

Los miembros de la organización reciben formación en terceros países, como Sudáfrica y la República Checa, y se ha demostrado que Hamedi recibió formación para actividades mediáticas en este último país.

Cabe señalar que todas las personas involucradas en el proyecto deben someterse a un control de seguridad por parte del Departamento de Estado de EE. UU. y también deben aprobar cursos sobre cuestiones de seguridad de las comunicaciones.

Tanto Hamedi como Mohammadi eran miembros de HarassWatch, un grupo similar con sede en el extranjero, cuyo sitio web está lleno de rumores y casos sociales falsos, y cuyos miembros se coordinan para difundir la ola de desinformación contra Irán en las redes sociales.

Además, se demostró que las dos acusadas cooperaron estrechamente con medios de comunicación de gobiernos occidentales hostiles, como BBC Persian, Iran International, Iran Wire, entre otros.

¿Cuáles son las reacciones de Estados Unidos?

Las reacciones de los funcionarios estadounidenses al veredicto judicial contra las dos mujeres muestran que Washington está profundamente perturbado por el descubrimiento y la detención de sus activos en Irán.

La oficina del enviado especial de Estados Unidos para Irán emitió un comunicado en la plataforma X, antes Twitter, condenando las sentencias contra las dos mujeres.

“Niloufar y Elaheh nunca deberían haber sido encarceladas y condenamos sus sentencias. El régimen iraní encarcela a periodistas porque teme la verdad”, se lee en el comunicado.

El ex enviado especial de Estados Unidos para Irán Robert Malley criticó a principios de junio el procesamiento de las dos mujeres como un “juicio falso” y afirmó que “el periodismo no es un delito”.

La investigación, sin embargo, demuestra que sus actividades no tenían nada que ver con el periodismo, sino que eran simplemente una fachada para realizar actividades subversivas contra la República Islámica.

Anteriormente, el periodista del Washington Post Jason Rezaian fue arrestado en 2015 por agencias de seguridad en Teherán por actividades de espionaje y difusión de propaganda contra Irán.

En los últimos años, las agencias de espionaje occidentales han utilizado con frecuencia a periodistas y trabajadores humanitarios para llevar a cabo espionaje y actos desestabilizadores en Irán, y la mayoría de ellos fueron identificados y procesados.

 

Texto recogido del artículo publicado en Press TV