En una entrevista concedida al portal estadounidense Bloomberg, publicada el domingo, Abdolnaser Hemati, presidente del BCI, llamó al Fondo Monetario Internacional (FMI) a resistir ante la presión de Estado Unidos y tramitar en brevedad la solicitud de préstamo de Irán para hacer frente al nuevo coronavirus, conocido como COVID-19.
A mediados de marzo, Irán solicitó un préstamo de 5000 millones de dólares al FMI, después de que su directora general, Kristalina Georgieva, informara de que los países afectados por el COVID-19 recibirían apoyo a través de la campaña CORONA del Instrumento Financiero Rápido.
Washington, sin embargo, expresó su oposición a la solicitud de Irán a la organización financiera internacional, aun cuando Teherán es miembro del Fondo.
“La última vez que lo verifiqué, EE.UU. no dirigía el FMI, sino su administración y la junta de gobernadores que supervisan el trabajo y se aseguran de que el FMI cumpla con su labor”, dijo Hemati, criticando las injerencias de Washington en los asuntos del Fondo con sede en Washington, capital estadounidense.
El responsable persa recordó que Irán, al igual que EE.UU. y Europa, ha perdido “muchas vidas” por la pandemia del virus letal, por lo que necesita urgentemente la asistencia del FMI. “Ahora es momento de actuar”, dejó claro Hemati, apelando directamente a Kristalina Georgieva.
Según Hemati, las sanciones de EE.UU., que afectan también al BCI, impiden que Irán acceda a su propio dinero, lo que dificulta aún más la lucha del país persa contra COVID-19.
“Las reservas del BCI están bajo las sanciones de EE.UU. en el extranjero, una medida que es ilegal y unilateral [...]. Lo que estamos diciendo es que las sanciones deberían levantarse por completo, sin embargo, lamentablemente, hay actores en el Gobierno de Estados Unidos que tienen poco o nada respeto por la ley y el orden internacional”, denunció el responsable persa.
Washington reimpuso los embargos a Teherán después de abandonar en mayo de 2018 el acuerdo nuclear suscrito en 2015 por Irán y el Grupo 5+1 (integrado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Las autoridades persas tachan de terrorismo económico y médico las presiones y sanciones de EE.UU. contra el país en la actual crisis mundial por la pandemia de coronavirus, que solo en Irán ha dejado más de 80 000 contagiados
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