Durante un discurso ofrecido el viernes, Erdogan dio un “ultimátum” a “los que pondrían en peligro las fronteras de Turquía”, en clara referencia a las milicias kurdo-sirias, consideradas por Ankara “terroristas” y que cuentan con el apoyo de Washington.
Eliminaremos la “amenaza contra Turquía” y no permitiremos actividades que pongan en peligro las fronteras del país, recalcó el mandatario turco, al tiempo que prometió que el este del río Éufrates quedará pronto libre de “terroristas”.
Turquía, subrayó Erdogan, enfocará su atención en los milicianos kurdos que operan en el este del río Éufrates, en lugar de la zona de Manbiy, situada en la provincia siria norteña de Alepo.
El pasado junio, el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, y el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, ratificaron un plan para garantizar la seguridad y la estabilidad en Manbiy.
Nosotros, junto con Rusia e Irán, hemos desarrollado una fórmula que toma en cuenta los intereses de todas las partes”, declara el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sobre el acuerdo tripartita que crea una zona desmilitarizada en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria.
Dicho plan incluye el retiro de Manbiy a las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), que Turquía considera “terrorista” por sus estrechos vínculos con el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), una banda terrorista activa en el sureste del territorio turco.
No obstante, Turquía denunció posteriormente que EE.UU. no ha cumplido con este acuerdo sobre el retiro de los kurdos de la ciudad siria de Manbiy.
De igual modo, en otra parte de sus afirmaciones, Erdogan hizo alusión al acuerdo rubricado el pasado septiembre entre Turquía y Rusia sobre la creación de una zona desmilitarizada en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria.
“Nosotros, junto con Rusia e Irán, hemos desarrollado una fórmula que toma en cuenta los intereses de todas las partes”, sostuvo.
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