“En esta etapa, puedo decir que la crisis que estamos pasando ahora es grave. No termina solo porque se reanudó el diálogo. Continuará, y para salir de ella se necesitarán acciones serias, no palabras”, ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores de Francia durante una reunión de la comisión de asuntos internacionales del Senado francés.
Le Drian ha hecho estas declaraciones después de que el pasado 15 de septiembre EE.UU., el Reino Unido y Australia anunciaran nueva alianza militar denominada AUKUS. Dicha alianza provocó que Canberra rompa un contrato que tenía con Francia para submarinos convencionales.
Canberra anuló un acuerdo por valor de más de 50 000 millones de euros que tenía con París para la fabricación de submarinos convencionales, el mayor de su historia, firmado en 2016. Francia culpa a EE.UU. de la ruptura de dicho contrato y lo calificó de “puñalada por la espalda”
La decisión del país oceánico se tomó un día después de que el 15 de septiembre de este año en curso, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció la formación de una “alianza de seguridad y cooperación trilateral”, compuesta por su país, Australia y el Reino Unido, en materia de defensa para el Indo-Pacífico.
Según el informe de Biden, el primer paso para desarrollar el referido pacto sería proporcionar a Australia tecnologías necesarias para dotarse de submarinos de propulsión nuclear.
Sin embargo, el pacto ha sido objeto de duras críticas por parte de varios Estados del mundo, sobre todo, por la participación de Australia, ya que pese de ser un miembro del Tratado sobre No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), la iniciativa AUKUS convertiría a Australia en el primer país del mundo con submarinos de propulsión nuclear, pero sin armas.
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