• Un bareiní que resultó herido durante una protesta contra el régimen de Al Jalifa.
Publicada: viernes, 15 de mayo de 2015 7:20
Actualizada: viernes, 15 de mayo de 2015 8:01

Amnistía Internacional (AI) criticó categóricamente el jueves la decisión del régimen de Al Jalifa de extender, una vez más, el periodo de detención del presidente del Centro de Baréin para los Derechos Humanos (BCHR, por sus siglas en inglés), Nabil Rayab.

La sentencia de hoy (jueves) muestra una vez más que Baréin burla descaradamente sus obligaciones internacionales. Nabil Rayab ha sido condenado exclusivamente por expresar de forma pacífica sus opiniones".

La sentencia de hoy (jueves) muestra una vez más que Baréin burla descaradamente sus obligaciones internacionales. Nabil Rayab ha sido condenado exclusivamente por expresar de forma pacífica sus opiniones", dijo Said Boumedouha, director adjunto de AI para Oriente Medio y el Norte de África.

Boumedouha exigió la liberación inmediata e incondicional de Rayab, así como el levantamiento de cargos que pesan contra el activista político, incluida la publicación de un mensaje en Twitter que, según el régimen de Manama, insulta a la monarquía.

El caso de Rayab demuestra una vez más que estas reformas son poco más que papel mojado. Baréin sigue siendo un país en el que el ejercicio de la libertad de expresión se trata como un delito".

El presidente del Centro de Baréin para los Derechos Humanos (BCHR, por sus siglas en inglés), Nabil Rayab.

 

La organización pro derechos humanos puntualizó que pese a sus promesas, el régimen bareiní no ha mejorado la situación de los derechos humanos y las leyes que "criminalizan" el ejercicio pacífico de la libertad de expresión aún siguen vigentes.

"El caso de Rayab demuestra una vez más que estas reformas son poco más que papel mojado. Baréin sigue siendo un país en el que el ejercicio de la libertad de expresión se trata como un delito", precisó.

Baréin amplió el jueves por seis meses la detención de Rayab, que fue condenado el pasado mes de enero a cárcel por sus tuits sobre la intervención militar saudí en Yemen, el apoyo de Manama al grupo terroristas EIIL (Daesh, en árabe) en Siria e Irak y las violaciones de los derechos humanos en la cárcel de Jaw, ubicada al sur de Manama, capital bareiní.

Desde principios de 2011, los bareiníes protagonizan manifestaciones diarias contra la monarquía Al Jalifa, en su mayoría convocadas por el principal partido de la oposición, Al-Wefaq, para reclamar el fin del “monopolio de poder”, así como la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente. 

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