Los congregados condenaron la actuación de los agentes de seguridad del país que asesinaron a Al-Sabbagh durante una manifestación pacífica la víspera del cuarto aniversario de la revolución que desembocó en el derrocamiento del dictador Hosni Mubarak.
La misma jornada, un grupo de activistas y dirigentes del izquierdista Partido Alianza Popular Socialista (PAPS), que acusan a la policía de asesinato premeditado contra Al-Sabbagh, acudió a la casa de la fallecida para ofrecer sus condolencias a la familia de la víctima que era una dirigente de este movimiento.
El cuadragésimo día de la muerte de Al-Sabbagh coincidió también con la destitución del responsable de la seguridad nacional, Mohamad Ibrahim, criticado por sus brutales medidas que aplica a los manifestantes que protestan contra el derrocamiento del presidente Mohamad Mursi.
El jueves, el premier egipcio, Ibrahim Mahlab, informó de la remoción de ocho ministros, entre ellos Mohamad Ibrahim, que fungía como ministro del Interior.
Tras el fallecimiento de Al-Sabbagh los líderes del PAPS exigieron al Gobierno aplicar una serie de reformas, entre ellas, cambios en el Ministerio del Interior, enmiendas a la polémica Ley de Manifestaciones, la liberación de todos los detenidos por violar esta ley especifica, y una investigación transparente del asesinato de la mencionada activista.
Shaimaa al-Sabbagh murió tiroteada cuando se dirigía en una marcha hacia la céntrica plaza Al-Tahrir a depositar flores en memoria de los caídos en 2011 durante el levantamiento popular contra Mubarak.
Tras la destitución de Mursi, el 3 de julio de 2013 por un golpe militar liderado por actual presidente y entonces jefe del Ejército, Abdel Fatah al-Sisi, Egipto ha sido escenario de la continuas manifestaciones pro-Mursi que ha sido brutalmente reprimido por las fuerzas de seguridad, dejando cientos muertos.
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