La Cancillería de Nicaragua emitió el sábado una nota diplomática en la que reprueba el cierre de filas de su pais vecino con la campaña mediática de mentiras puesta en marcha por EE.UU. y sus aliados sobre las llamadas represiones gubernamentales emprendidas contra la oposición nicaragüense, según recoge el diario oficialista La Voz del Sandinismo.
El comunicado, titulado “De parlanchines y fanfarrones líbranos Señor”, subraya a las autoridades costarricenses que “no tienen autoridad alguna para juzgar a otros, menos cuando no son capaces, por ancianas y antañas vanidades, de ver los humanos defectos, la viga, en sus propios ojos y entornos”.
La reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores nicaragüense se debe a que el Gobierno de Costa Rica llegó a condenar en la misma jornada las acciones contra el diario opositor La Prensa, el más antiguo del país centroamericano, y llamar “a respetar los derechos humanos y la libertad de expresión en Nicaragua”.
Por su parte, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, recordó que el allanamiento policial que se había producido el viernes en interior de las instalaciones del referido rotativo no se debió a la supuesta represión denunciada, sino a las mentiras publicadas sobre la escasez de papel que impedían la circulación de edición impresa de La Prensa.
“A nombre del pueblo de Nicaragua, exigimos que se ocupen, denuncien y respondan ante el mundo, esos llamados organismos, creados al gusto del cliente, porque la pura verdad son negocios fraudulentos, que respondan, decimos, por su propio deber de proteger los Derechos Humanos de Trabajadores costarricenses y de los miles de migrantes trabajadores nicaragüenses, que se ven obligados a vender hasta su cuerpo, a traficar para comer, y a mendigar, dando pena ajena y propia” en el territorio costarricense”, apostilló la nota diplomática.
En el documento, Nicaragua insistió en que Costa Rica reproduce “los aires pretenciosos de una Europa caducante”, e instó a dejar “atrás las divertidas, tragicómicas, genuflexiones y servilismos, que desgraciadamente todavía se usan, creyendo ganar cielos made in Hollywood, que se inventan como buenos embusteros, perdiendo, en el camino al infierno, el alma que debería salvarse”.
Nicaragua vive una crisis social desde mediados de abril de 2018, cuando los sectores radicales de la oposición comenzaron a realizar protestas violentas en contra del Ejecutivo de Ortega.
Las autoridades nicaragüenses acusan a la oposición de ejercer “terrorismo golpista”, con el apoyo financiero de Estados Unidos, para incitar a la inestabilidad en el país y sacar del poder al mandatario sandinista.
Las presiones occidentales y las campañas de difamación contra el mandatario nicaragüense han aumentado desde que se postulara a la reelección en los comicios del próximo 7 de noviembre.
krd/ctl/mkh