Tal y como lo dice este padre de familia migrante varado entre Tijuana y San Diego California quieren una mejor calidad de vida. Así como él, son miles los que se arriesgan a cruzar la frontera en busca de asilo.
Las autoridades migratorias los revisan y cuestionan para luego regresarlos a esperar sus aplicaciones de asilo. En Texas la situación es similar, aunque con temperaturas congelantes por la temporada invernal.
Pese a los dos frentes fríos que azotan la frontera, pequeños grupos de migrantes siguen llegando hasta este punto, donde tienen que cruzar el río Bravo o llamado río Grande en Estados Unidos y esperar por días a la intemperie, sin agua ni alimentos, hasta que les permitan entrar.
Importante señalar que las muertes de migrantes siguen aumentando a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, para ellos no hay opción y prefieren morir en el intento.
Rosie Orbach, Los Ángeles, California
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