En medio de largas semanas de tensión entre México y Estados Unidos por la Reforma Energética impulsada por el Gobierno del presidente López Obrador y que inconformó a empresas estadounidenses, ambos países volvieron a la senda de la negociación en otros temas fundamentales para la relación bilateral.
El secretario de Estado Antony Blinken y la Secretaria de Economía estadounidense, plantearon a la delegación mexicana temas que interesan para su país con los que México coincidió, ya que representan áreas de oportunidad de crecimiento.
Pero en un pasado reciente la relación entre México y Estados Unidos estuvo tensa, puesto que empresas del ramo energético, pidieron el apoyo de Washington porque consideran que el gobierno mexicano favorece a la Comisión Federal de Electricidad y a PEMEX para la generación y distribución de energía eléctrica. El presidente López Obrador se criticó con la petición de consultas de Washington sobre el T-MEC, cosa que fue cuestionada en la Cámara alta.
Los legisladores de la Cámara Alta, responsable de la política exterior, aseguran que se debe manejar con mucho cuidado la relación con su principal socio comercial y del que depende el 85% de las exportaciones mexicanas.
Tanto México como Estados Unidos se necesitan, por lo tanto, buscan llegar a acuerdos, sin embargo, el Gobierno mexicano cuida que no haya desigualdades que afecten su economía ni su soberanía.
Arturo Calvillo, Ciudad de México
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