La crisis de seguridad social se agudiza en México, y en particular, la de la prestación de servicios de salud. La escasez de medicamentos, la cancelación de contratos eventuales de personal e insumos, y la falta de infraestructura, generan incertidumbre.
Desde enero pasado, se han diferido consultas y cirugías y está en riesgo la continuidad de procedimientos de alta especialidad. El combate a la corrupción y la reorganización a partir de este es el motivo, según las autoridades.
En tanto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha reiterado que no hay congelamiento de recursos para las instituciones públicas de salud pese a la política de austeridad. Aunque sí presiones de los productores de medicamentos.
Por el momento, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) deberá distribuir medicamentos sin una partida presupuestaria específica para ello, y sin disponer de una infraestructura de transporte, ni de logística para llevarlos a todo el país.
Sara Morales Gallego, Ciudad de México.
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