Miles de migrantes se refugiaron el sábado por la noche en varios albergues en el sur de México, según autoridades locales. Esto pese a que el Gobierno mexicano había prometido detener a los migrantes decididos a seguir su camino a Estados Unidos.
En paralelo, en la frontera entre Guatemala y México, miles siguen a la espera que los pasos se abran otra vez para poder continuar su trayectoria hacia el norte.
Los presidentes de Guatemala y Honduras, Jimmy Morales y Juan Orlando Hernández, respectivamente, quienes temen perder la ayuda económica norteamericana en caso de que sus ciudadanos ingresen a Estados Unidos, dicen que cientos de migrantes han regresado a sus países de origen, por la presión de Washington y las dificultades que han visto en el camino.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha politizado el tema de los migrantes de cara a las elecciones legislativas de noviembre. Dice que los demócratas son los que han provocado la ola migratoria.
En respuesta, demócratas como el ex vicepresidente Joe Biden acusan a Trump de destruir los ideales estadounidenses, entre ellos acoger a migrantes y respetar los derechos humanos.
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