En Karbala, el aire está cargado de emoción y fe. Entre banderas, oraciones y lágrimas, millones de peregrinos llegan desde todos los rincones del planeta para participar en Arbaín, una de las mayores concentraciones religiosas del mundo, que marca cuarenta días después del martirio del Imam Husein (P), nieto del profeta del Islam y tercer Imam de los musulmanes chiíes.
Han llegado aquí caminando tras varios días, bajo una temperatura que alcanza hasta 50 grados centígrados.
La caminata de Arbaín no solo recuerda la tragedia de Karbala, sino que la transforma en un compromiso vivo con la justicia, la compasión y la fe.
Entre llanto y súplicas, los peregrinos mediante la oración de Arbaín renuevan el compromiso con el Imam Husein y recuerdan su sacrificio y entrega por el Islam y la justicia.
Aquí, cada mirada refleja un compromiso profundo con el legado del Imam Husein, y cada paso dentro es un acto de amor y lealtad.
Arbaín no es solo un recuerdo del pasado, es un compromiso vivo, que se renueva año tras año, frente a los santuarios que guardan la memoria del Imam Husein y su hermano Abalfazl Abbas. Aquí, la fe se mide en kilómetros recorridos y en corazones conmovidos.
Arbaín es hoy el vivo reflejo del amor y la devoción de millones de personas al Imam Husein, quien hace más de 1400 años se sacrificó para iluminar el camino de la lucha contra la opresión y por la justicia.
Samaneh Kachui, la ciudad sagrada de Karbala, Irak
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