Hezbolá Al-Nuyaba ha anunciado este sábado en un comunicado que está en contra de todos los aspectos de la presencia e intervención de EE.UU., e incluso si las fuerzas de ocupación estadounidense se retiran de Irak, la Resistencia en la próxima etapa buscará otros ángulos de influencia del enemigo en este país.
“Continuaremos nuestras operaciones militares en respuesta a los crímenes de Estados Unidos y el régimen sionista, y no nos detendremos hasta la victoria y la expulsión del último soldado de nuestra tierra,” ha expresado el movimiento dela Resistencia iraquí en su declaración.
De igual manera, ha remarcado que no presta atención a las promesas estadounidenses de la planificación de una retirada del territorio iraquí, pues, ha proseguido, el criterio para este grupo de Resistencia es una salida clara y real.
“El punto de vista de la Resistencia es el mismo con respecto a todas las formas de presencia estadounidense, y también tiene una perspectiva clara con respecto a la independencia de Irak y la liberación del país de la dependencia a los estadounidenses y a la ayuda y las armas de EE.UU.”, ha puntualizado.
Asimismo, ha agregado que incluso si la Resistencia completa la misión de expulsar a los estadounidenses de Irak, no ignorará su influencia y control sobre el gobierno y la intervención de la embajada estadounidense, e intentará cancelar algunos acuerdos y aprobaciones impuestos de los ocupantes estadounidenses.
Al-Nuyaba señala que, entre estas leyes, hay una resolución que exige que la Organización de Medios y Comunicaciones coopere con la embajada de Estados Unidos, o la que hizo que las fuerzas estadounidenses dominaran el mando de la operación conjunta y les otorgó la emisión del permiso de entrada para los comandantes iraquíes, así como la intervención e influencia de empresas afiliadas a los ocupantes en materia de electricidad, espacio aéreo y navegación aérea, contratos militares y armas estratégicas, etc.
Según un comunicado emitido el jueves pasado por el Ministerio iraquí de Asuntos Exteriores, los dos países tienen planeado crear “grupos de trabajo” para “determinar un calendario preciso” para reducir el número de los militares de la coalición en Irak.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha confirmado el inicio de las “reuniones” en “los próximos días”.
Las tropas estadounidenses entraron en Irak por segunda vez en 2014 bajo pretexto de luchar contra el grupo terrorista Daesh. Estados Unidos envió a este país 3000 soldados en forma de de la llamada coalición internacional contra el Daesh, 2500 de los cuales eran estadounidenses. Después del anuncio de la victoria sobre este grupo terrorista por parte de Bagdad, el pueblo y el gobierno de Irak enfatizaron la necesidad de retirar los soldados extranjeros del país.
El pueblo iraquí insisten en expulsar a las fuerzas estadounidenses y ha intensificado su demando luego de que Estados Unidos asesinó al teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámicade Irán, y a Abu Mahdi Al-Muhandis, subjefe las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe). El parlamento iraquí aprobó en enero de 2018 el plan para expulsar a los soldados estadounidenses del país.
Entretanton, en los últimos tres meses, los grupos de la Resistencia iraquíes atacan casi diariamente las bases estadounidenses en la región en respuesta al apoyo de este país a la continuación de la guerra israelí en Gaza.
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