El ministro de Energía de Irán, Ali Akbar Mehrabian, ha informado este martes que, recientemente, se ha preparado el terreno para la primera cooperación a largo plazo con Irak en el sector eléctrico.
“Hemos alcanzado un acuerdo importante y estratégico con el país vecino”, ha anunciado y explica que los dos vecinos mantienen desde antes ejes de cooperación en este campo, como contratos para la construcción y el desarrollo de centrales eléctricas y el mantenimiento de unidades de generación de energía eléctrica.
De acuerdo con Mehrabian, gracias al conocimiento técnico de Irán sobre la construcción de centrales eléctricas, el país persa en colaboración con inversores iraquíes ha implementado el proyecto para construir una central eléctrica con capacidad de 1950 megavatios en el país mesopotámico; asimismo, empresas privadas iraníes basadas en la ciencia trabajan para la construcción de otra central eléctrica de 1700 MW también en territorio iraquí.
El titular de Energía ha resaltado que Irán es el país más poderoso de la región en el sector eléctrico y se encuentra entre los pocos países autosuficientes del mundo en los campos de la construcción, modificación, reparación y mantenimiento de unidades de centrales eléctricas.
Biden y un sueño hecho pedazos
El nuevo pacto alcanzado entre Irán e Irak destruye, de una u otra manera, el sueño de Estados Unidos de impedir o reducir las importaciones de electricidad de Irak desde el país persa.
El presidente norteamericano, Joe Biden, en declaraciones ofrecidas el sábado a los periodistas en la ciudad saudí de Yeda, anunció que “después de años de esfuerzos infructuosos, ya hemos finalizado un acuerdo para conectar la red eléctrica de Irak a las redes eléctricas del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) a través de Kuwait y Arabia Saudí, profundizando, de este modo, la integración de Irak en la región y reduciendo su dependencia de Irán”.
Al respecto, el jefe del Centro de Investigaciones Estratégicas Al-Etihad de Irak, el Dr. Mahmud al-Hashemi, ha ninguneado las declaraciones de Biden, tildándolas de una medida política para alejar a Bagdad de Teherán.
Asimismo, ha señalado que dicha red tiene una capacidad de 1000 megavatios, lo que, en la práctica, no sirve, porque las necesidades eléctricas de Irak ascienden a 35 000 megavatios.
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