“Las dos partes reconocieron que la misión de la coalición de EE.UU. había cambiado y pasará a centrarse en entrenar, consultar y retirar las tropas de combate remanentes en Irak, en conformidad con un calendario establecido posteriormente en las conversaciones técnicas”, se lee en el texto emitido este miércoles.
Este consenso se alcanzó después de la tercera ronda de “diálogo estratégico” que tuvo lugar la misma jornada entre las dos partes bajo el liderazgo del presidente estadounidense, Joe Biden, informó la agencia francesa de noticias AFP, citando el mencionado comunicado.
En otra parte del comunicado se lee que “los dos países también enfatizaron que las bases donde está presente el personal estadounidense y de la coalición se consideran bases iraquíes y su presencia [del personal militar] es solo en apoyo de los esfuerzos de Irak para luchar contra Daesh”.
Asimismo, según la declaración, ambos países tienen la intención de continuar con las conversaciones a través de un comité militar conjunto para “garantizar que las actividades de la coalición global estén en línea con las necesidades de las fuerzas de seguridad iraquíes, incluidas las fuerzas Peshmerga”.
Tanto el pueblo como las autoridades de Irak han estado exigiendo desde hace tiempo la salida de las tropas estadounidenses de su territorio, señalando que Washington no debería tener ninguna base militar en el país árabe.
La indignación popular por la presencia estadounidense se incrementó tras el brutal asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, en un atentado terrorista en Bagdad (capital iraquí), el 3 de enero de 2020.
A todo esto se suma el hecho de que ya es de dominio público la implicación de las fuerzas norteamericanas en distintos actos desestabilizadores en el territorio iraquí, incluido el apoyo a terroristas y ataques a posiciones de las fuerzas populares que luchan contra el terrorismo.
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