“Cualquier ataque contra cualquier partido iraquí es un ataque contra Irak”, ha destacado este sábado el ministro Najah Hassan Ali al-Shemeri en una declaración emitida al margen de una reunión de emergencia del Consejo de Defensa del país.
Con estas palabras, Al-Shemeri ha aludido al supuesto ataque israelí que mató recientemente a dos combatientes de las fuerzas voluntarias Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) cerca de la ciudad de Al-Qaim, al oeste de Al-Anbar, fronteriza con Siria, sobre lo que el Ejército iraquí inició una investigación.
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Al-Shemeri ha puesto de relieve en este sentido que el Ministerio de Defensa iraquí tomará medidas de seguridad y militares para defender al país contra cualquier ataque en cualquier parte de su territorio.
Durante la sesión a la que asistieron varios funcionarios políticos y militares, el alto titular castrense también ha abogado por unidad entre los iraquíes con el fin de hacer frente a quienes buscan crear inseguridad en el país.
“Cualquier ataque contra cualquier partido iraquí es un ataque contra Irak”, ha destacado el ministro de Defensa de Irak, Najah Hassan Ali al-Shemeri.
En los últimos meses, ha habido cuatro ataques aéreos contra depósitos de armas iraquíes, tres de ellos pertenecientes a las fuerzas de Al-Hashad Al-Shabi en la provincia central de Salah Al-Din y el cuarto apuntó a una base militar utilizada por la Policía Federal en Bagdad (la capital). Las autoridades iraquíes culparon a EE.UU. y a su aliado israelí.
El régimen de Israel no ha confirmado oficialmente ser autor de estos ataques aéreos. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dejado entrever que ese podría ser el caso. Por otro lado, funcionarios estadounidenses, en calidad de anonimato, han señalado que el régimen de Israel está detrás de esos bombardeos en Irak.
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Al-Hashad Al-Shabi es una combinación de casi 40 grupos voluntarios que se formaron en 2014 en pleno auge de EIIL (Daesh, en árabe) para luchar contra este y otros grupos terroristas. De hecho, las fuerzas populares desempeñaron un papel crucial en la lucha antiterrorista y apoyaron al Ejército nacional para liberar los territorios iraquíes usurpados por los extremistas.
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