Las deportaciones masivas desde Estados Unidos y México hacia Guatemala se han intensificado, cada semana llegan al país entre cuatro y seis vuelos con guatemaltecos deportados, vía terrestre es la misma historia, hasta mayo han llegado más de 30 000.
El Gobierno de Alejandro Giammattei como los anteriores desde la era democrática en Guatemala, poco han hecho para detener el éxodo hacia países del norte del continente, primero porque representan capital de consumo y otro porque es más fácil exportar mano de obra barata que invertir en educación y fuentes de empleo, los jóvenes de entre 13 y 21 años son los que mayormente abandonan el país. Ni en época electoral se trata el tema.
El ministro de Relaciones Exteriores se excusa subrayando que la migración atraviesa una crisis mundial generalizada, señala además a los propios guatemaltecos de pagarle a coyotes para llevar a sus familiares de manera ilegal por México, principalmente a menores no acompañados.
Las declaraciones del canciller son desafortunadas, señalan analistas en temas migratorios, quienes acusan al Gobierno como el responsable de las muertes que día con día se registran en el camino de los guatemaltecos hacia un mejor futuro.
El Estado de Guatemala ha sido incapaz de garantizar las condiciones mínimas para que sus ciudadanos se desarrollen de manera integral, por lo que tienen que salir huyendo de la pobreza y la miseria y una vez establecidos en otro país tampoco reciben ayuda del estado mediante sus consulados ni siquiera para identificarse.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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