Los guatemaltecos viven uno de los procesos electorales más cuestionados de la historia democrática del país, en una semana dos de las participantes que encabezaban las encuestas de intención de voto fueron excluidas del proceso electoral, una de ellas es la exfiscal general del Ministerio Público Thelma Aldana quien se postulaba mediante al partido Semilla.
Los señalamientos contra Aldana guardan relación con una contratación durante su gestión de un asesor quien aparentemente no cumplió con sus obligaciones, sin embargo organizaciones nacionales e internacionales la han calificado como la mejor fiscal de la historia, y es justamente por combatir la corrupción que hoy paga el precio.
La otra importante baja en cuanto a candidaturas a la presidencia es la de la hija del exdictador José Efraín Ríos Montt a quien también se le revocó la inscripción porque contraviene un artículo constitucional que establece que los hijos de un golpista no pueden optar a puestos de elección popular.
A estas candidaturas fallidas se suma la de Mario Estrada, capturado en Estados Unidos por nexos con el narco y la de Mauricio Radford por un caso penal en su contra, la candidata que lidera la intención de voto también tiene un proceso penal pendiente, independientemente de la resolución del Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Constitucionalidad la Hija de Ríos Montt insiste en su candidatura.
A pesar que la constitución de la República de Guatemala le prohíbe explícitamente participar en la contienda electoral, la candidata Zury Ríos acudió a la Corte Interamericana de Derechos humanos (CIDH) a denunciar al estado de Guatemala por lo que considera una violación a sus derechos humanos a elegir y ser electa.
Miguel Salay, Guatemala.
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