Se trata de una técnica de supervivencia que utilizan estos caimanes en los pantanos de Oklahoma, en el sur de EE.UU., cuando el agua empieza a congelarse.
Ante esta situación, los caimanes entran en lo que se conoce como una “brumación”, un estado similar a la hibernación de los reptiles. Sus cuerpos se apagan casi por completo y todo lo que tienen que hacer es respirar. Básicamente, el hielo se les pega a sus hocicos, quedándose literalmente congelados en el sitio, pero no necesitan comer porque su metabolismo se ha apagado al no gastar energía.




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