Un fardo funerario estaba compuesto por varias piezas textiles en las que se envolvía un cadáver para que tomara la forma de un cono.
“La novedad es que por primera vez se registra un nuevo tipo de entierros, en forma de bota”, apostilló el Ministerio de Cultura en un comunicado. El descubrimiento se produjo en una zona arqueológica de Túcume, a unos 700 kilómetros al norte de Lima (la capital).
Cuatro de los 24 fardos están cubiertos con textiles y uno de ellos se encuentra en un estado de conservación. Asimismo, se hallaron más de 15 cerámicas, que servían de ofrenda a los cuerpos.
El hallazgo demuestra la importancia que tuvo Túcume para el Tahuantinsuyo o Imperio incaico, según Luis Villacorta, el viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales de la citada Cartera.




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