Por primera vez, desde el inicio de la operación rusa en Ucrania, el asesor del jefe de la Oficina presidencial del país, Alexéi Arestovych, cifró el viernes en 10 000 el número de los militares nacionales muertos en el marco de la misión rusa.
Esto mientras, anteriormente el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, había admitido que “al principio del conflicto había una media de 100 personas muertas al día” para luego reconocer la difícil situación que atraviesan las Fuerzas Armadas de Ucrania y las enormes pérdidas que han sufrido durante estos tres meses del conflicto.
Las cifras se tratan de la primera estimación del total de los soldados nacionales caídos, aunque según el asesor ucraniano, los datos son aproximados.
A su vez, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también ha admitido este sábado que la lucha en la región de Donbás (este) sigue siendo muy “feroz”, ya que, ha proseguido, que los soldados de su país están haciendo todo lo posible para frenar los avances de las tropas rusas.
“La situación es muy difícil. Estamos perdiendo entre 60 y cien soldados al día, muertos en combate, y alrededor de 500 heridos en acción”, había dado a conocer el presidente durante otra entrevista.
Es de mencionar que las fuerzas rusas ya se reconcentran en la región de Donbás, donde pretenden liberar “el mayor territorio posible” de los extremistas ucranianos, un cambio de escenario que también vino acompañado de nuevas estrategias militares por parte de las tropas rusas en su segunda fase de operación.
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