Mientras Rusia, sigue con su operación militar en Ucrania, la Unión Europea (UE) busca adoptar más sanciones en su contra. Los cancilleres de los 27 se reunieron este lunes en Bruselas para abordar, entre otras cosas, si aplican o NO un embargo contra el sector energético ruso. Algunos miembros, como Lituania, que ha decidido poner fin a las importaciones de energía de la vecina Rusia, empujan hacia un bloqueo definitivo.
Sin embargo, apuntar a las exportaciones energéticas rusas, como lo han hecho Estados Unidos y Gran Bretaña, es una decisión divisiva para Bruselas, que depende de Rusia para el 40 por ciento de su gas. Sobre todo en países como Alemania u Holanda, que más importan de Moscú.
La Unión Europea ya ha aplicado severas medidas contra Rusia en el sector financiero y ha prometido disminuir la dependencia al petróleo y gas rusos.
Sin embargo, las sanciones y las consecuencias de la operación rusa han provocado un aumento sin precedentes en los mercados energéticos y también para los hogares. En varios países europeos, como España y Grecia, los ciudadanos han organizado protestas contra las alzas de precios.
La Sociedad Calificadora de Valores Fitch Ratings advierte que una interrupción abrupta del suministro ruso podría provocar la escasez absoluta y el racionamiento de energía en Europa.
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