“Nos negamos a ser cómplices de las masacres cometidas en beneficio del imperialismo norteamericano”, ha dicho la Plataforma anti-OTAN de Zaragoza en un comunicado.
Nos negamos a ser cómplices de las masacres cometidas en beneficio del imperialismo norteamericano", ha dicho la Plataforma anti-OTAN de Zaragoza.
El manifiesto emitido el martes por dicha plataforma en contra de estas operaciones subraya que la actividad militar que protagonizará la OTAN supone un riesgo para la población limítrofe, ya que es habitual que algunos proyectiles impacten fuera de las instalaciones militares.
Asimismo advierte que se espera que durante los ejercicios militares se utilicen municiones de uranio empobrecido que presentan niveles de radiactividad, y contaminan los suelos agrícolas y acuíferos.
Por su parte, otras plataformas y asociaciones han hecho hincapié en que tales maniobras en suelo español se consideran como un “acto de guerra” y una “amenaza directa”.
Las maniobras se desarrollarán entre octubre y noviembre en la ciudad de Zaragoza (noreste), y en ellas participarán más de 30.000 soldados de los países miembros de la Alianza Atlántica.
España, como principal frontera entre Europa y África, ubicada entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, es considerada zona estratégica por la Alianza Atlántica.
La polémica presencia militar de la Alianza Atlántica en España ha generado múltiples críticas y protestas. El pasado 25 de abril, cientos de personas se volcaron a las calles de Madrid (capital) para denunciar las bases militares de la OTAN en este país europeo.
El eurodiputado español José Couso advirtió el pasado 23 de abril que el papel asignado a España por la OTAN supondrá un peligroso aumento de la escalada militar en el continente europeo.
Por otro lado, el 17 de noviembre de 2014, el secretario general del partido político Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que si llegara a ser presidente del Gobierno español, retiraría a España de la OTAN, una promesa en la que insistió el pasado 15 de febrero.
Los opositores a las políticas del Gobierno español denuncian la postura belicista de la Administración del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y también critican la destinación de miles de millones de euros a la compra de armas mientras el país vive una severa crisis económica.
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