El juicio por el borrado de los ordenadores de Luis Bárcenas se ha reanudado este jueves. La vista oral ha contado con la declaración de los testigos: la que fuera número dos de la formación, María Dolores de Cospedal y el extesorero de los populares, que ha llegado desde prisión y no se ha dejado ver. El antiguo alto cargo ha vinculado este caso con la operación Kitchen, que investiga el uso de fondos públicos para espiarle.
Además, Bárcenas ha mantenido que el equipo informático destruido era suyo y que contenía archivos sobre una “contabilidad B”. Por su parte, Cospedal ha negado que ordenara el borrado de cualquier disco duro y ha reconocido que impidió al exdirigente su entrada a Génova tras conocerse que tenía cuentas en Suiza.
Asimismo, en el banquillo se han sentado los cuatro acusados: la formación política y su gerente Carmen Navarro. También, el que fuera responsable de sus servicios jurídicos Alberto Durán y José Manuel Moreno, exdirector informático del partido. El objetivo de la acusación es dilucidar la propiedad de los ordenadores y su contenido.
El PP, que ya fue condenado por corrupción, podría enfrentarse a una pena de multa que podría alcanzar los casi 11 millones de euros y seis meses de suspensión de actividades. La sentencia está prevista a partir del 28 de junio que es cuando tendrá lugar la última sesión de la causa.
Alejandro Melgares, Madrid.
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