• El buque de la Armada española, Tornado (P-44).
Publicada: lunes, 18 de febrero de 2019 17:43
Actualizada: lunes, 18 de febrero de 2019 19:37

Un barco de guerra español ordenó a varios buques comerciales británicos que estaban fondeados frente a la costa de Gibraltar que abandonaran esas aguas en disputa.

Según han denunciado este lunes las autoridades británicas de Gibraltar, la tripulación del barco español dio órdenes a dos buques civiles que se marcharan de la zona oriental del Peñón, pero las naves permanecieron en su posición.

Al respecto, el diario Gibraltar Chronicle ha indicado que el incidente ocurrió el domingo por la noche y el buque en cuestión es un Tornado (P-44), un patrullero de la Armada española.

Los medios británicos han difundido una grabación de audio, según la cual, desde el Tornado se llamó por radio a los barcos a “aumentar la velocidad y dejar las aguas territoriales españolas”.

En respuesta, la Marina Real británica (Royal Navy) envió a un buque y una zodiac al encuentro del patrullero español, que entonces, de acuerdo a la versión gibraltareña, se alejó navegando lentamente a lo largo de la costa con sus armas descubiertas. 

En este contexto, un portavoz de Gibraltar ha señalado que se trata de “juegos tontos que juegan los que no aceptan la indiscutible soberanía británica sobre las aguas que rodean el Peñón”.

(Se trata de) juegos tontos que juegan los que no aceptan la indiscutible soberanía británica sobre las aguas que rodean el Peñón”, dice un portavoz de Gibraltar después de que un buque de guerra español ordenara a dos buques comerciales frente a la costa de Gibraltar que abandonaran esas aguas en disputa.

 

Luego de enfatizar que las aguas en disputa son de “implacable soberanía británica”, el funcionario ha llamado a España a respetar el derecho internacional.

Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores español ha defendido este mismo lunes la actuación del patrullero español y ha asegurado que el Tornado estaba desarrollando en esas aguas las misiones que tenía encomendadas y que le corresponden “de modo habitual”.

Lo ocurrido, además, ha sido negado por un portavoz de la primera ministra británica, Theresa May. “No ha habido ninguna incursión en esta ocasión. Estamos seguros de nuestra soberanía, sobre todo Gibraltar, incluidas las aguas británico-gibraltareñas territoriales, y cualquier incursión es una violación de la soberanía, pero no una amenaza a la misma”, ha sostenido el vocero a la agencia británica de noticias Reuters.

El Reino Unido ejerce soberanía sobre Gibraltar, en el sur de la península ibérica, desde 1713, en virtud del Tratado de Utrecht. España reclama la devolución de la soberanía, amparándose, en particular, y en el reconocimiento en 1967 del territorio por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como “pendiente de descolonización”.

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