Nuestra voluntad es tener un diálogo franco y abierto con Venezuela basado en el respeto mutuo
“Nuestra voluntad es tener un diálogo franco y abierto con Venezuela basado en el respeto mutuo”, ha indicado el Gobierno español a través del secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Manuel Gracia.
En esta línea, ha asegurado que ambos países “hallarán una forma de hablar y de encontrar solución a las diferencias” que puedan tener en sus posiciones.
El político español ha hecho estas declaraciones días después de que el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, asegurara que España no pretende romper en absoluto sus lazos con el país caribeño y que el embajador español en Caracas (capital venezolana), Antonio Pérez Hernández, pronto volvería a su misión en Venezuela.

El Gobierno de España llamó el pasado 22 de abril a consultas a su embajador en el país sudamericano para mostrar su protesta por los “insultos, calumnias y amenazas” del presidente venezolano, Nicolás Maduro, contra el Gobierno de Madrid.
El dignatario venezolano acusó el 21 de abril al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, de apoyar la conspiración en su contra y tratar de derrocar al Gobierno democrático y legítimo de Venezuela.
A este respecto, la ministra de Asuntos Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, criticó un día después (22 de abril) la postura española de “respaldar los intentos golpistas” de la ultraderecha en Venezuela.
Aun así, el presidente venezolano se manifestó dispuesto a normalizar sus relaciones con el Gobierno español.

“(…) hubo unas declaraciones del Gobierno español que dice que está dispuesto a tener buenas relaciones con el gobierno legítimo, constitucional, bolivariano, revolucionario, que yo presido, y yo le digo, bienvenido, tengamos buenas relaciones, pero en base al respeto, usted me respeta, yo lo respeto, señor Rajoy”, destacó Maduro.
No se trataba de la vez primera que Maduro había denunciado a Rajoy por sus injerencias en Venezuela. El pasado 13 de marzo, el mandatario del país bolivariano arremetió contra las políticas “fascistas” del presidente español.
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