“No pensamos en dialogar con Estados Unidos en la situación actual provocada por la torpe y unilateral salida de (el presidente estadounidense, Donald) Trump del acuerdo nuclear. Este debate no está en nuestra agenda, además de que para negociar rechazamos toda condición”, ha dicho este lunes el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi, en una conferencia de prensa en Teherán (capital persa).
En alusión a las circunstancias después de la retirada de EE.UU. del pacto nuclear y la postura de Europa al respecto, Qasemi ha informado de que Irán está estudiando los nuevos mecanismos ofrecidos por los países europeos ya que sus anteriores propuestas eran imposibles de ejecutar.
En esta línea el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní ha informado de “contactos técnicos” entre Irán y el ahora Grupo 4+1 (el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
No pensamos en dialogar con Estados Unidos en la situación actual provocada por la torpe y unilateral salida de (el presidente estadounidense, Donald) Trump del acuerdo nuclear. Este debate no está en nuestra agenda, además de que para negociar rechazamos toda condición”, dice el portavoz de la Cancillería de Irán, Bahram Qasemi.
Desde la salida de EE.UU. del pacto nuclear con Irán en mayo y la reimposición de las sanciones en su contra, el resto de líderes signatarios ha mostrado su apoyo al convenio multinacional. Entre tanto, Teherán, que ha reclamado en reiteradas ocasiones garantías a los Gobiernos europeos para mantenerse en el pacto, resalta que si ve perjudicados sus intereses se saldrá del mismo.
El Gobierno estadounidense ha planteado tras la salida del acuerdo nuclear —conocido internacionalmente como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés)— 12 condiciones para un nuevo pacto, que incluyen, entre otras, el cese del desarrollo de los misiles balísticos iraníes y la retirada de los asesores militares iraníes de Siria.
Irán ha rechazado tajantemente las condiciones impuestas por Estados Unidos para evitar las sanciones, advirtiendo de que se reserva el derecho a tomar acciones legales al considerar la propuesta estadounidense una inopinada injerencia en sus asuntos internos y una amenaza ilegal contra un miembro de las Naciones Unidas.
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