En un artículo publicado el sábado en el diario estadounidense The Washington Post se analiza cómo los líderes europeos intentan mejorar los lazos con Irán y aprovechar las oportunidades económicas surgidas a raíz del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), mientras que el Gobierno de EE.UU. insiste en imponer más sanciones y “aislar” al país persa.
Desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, asumió el poder, apostilla el artículo, Europa y Estados Unidos han seguido distintas sendas hacia Irán, ya que Washington ha puesto en vilo el futuro del acuerdo nuclear prolongando las sanciones antiraníes, so pretexto de limitar las actividades nucleares de Teherán.
Para Europa, el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 ha facilitado las relaciones con un actor clave en Oriente Medio, al tiempo que ha abierto un vasto mercado de consumo y energía a las empresas europeas, continúa.
Entre las empresas europeas, las francesas, alemanas e italianas se han mostrado más interesadas en negociar con Irán, pues han invertido en diferentes sectores desde las energías renovables hasta la fabricación de automóviles y los hoteles de lujo. El jueves, la compañía automotriz francesa Peugeot confirmó que sus ventas casi se triplicaron en Oriente Medio y África en la primera mitad del año debido a su nueva línea de producción en Irán.
De igual manera, el rotativo se refiere a la inversión de casi 5 mil millones de dólares hecha por el gigante energético francés Total en el país persa y “un acuerdo histórico” que firmó hace unos días para colaborar en la industria energética iraní. Y destaca un comentario que hizo el presidente ejecutivo de la compañía, Patrick Pouyanné, en una entrevista con la agencia de noticias francesa Agence France-Presse (AFP) diciendo que “estamos aquí para construir puentes, no paredes”.
“Pero en Washington, el acuerdo ha sido presentado como una bendición para un régimen que amenaza a la región. Algunos en la Casa Blanca están presionando por medidas más duras contra Irán, porque dicen que el país no debe quedar impune ante actividades como el desarrollo de misiles balísticos”, apostilla el artículo.
Pero en Washington, el acuerdo ha sido presentado como una bendición para un régimen que amenaza a la región. Algunos en la Casa Blanca están presionando por medidas más duras contra Irán, porque dicen que el país no debe quedar impune ante actividades como el desarrollo de misiles balísticos”, cuestiona el artículo publicado por The Washington Post.
En otra parte, recuerda los obstáculos que el Departamento del Tesoro de EE.UU. ha puesto a las compañas estadounidenses a la hora de hacer negocios con Irán, entre ellas la multinacional Boeing que clama que su cooperación comercial con el país persa crearía decenas de miles de empleos en Estados Unidos.
“Existe una clara división entre el destino de los europeos y el de los norteamericanos en Irán. Los europeos se han embarcado en un camino de acercamiento mientras que los estadounidenses están estudiando una política de aislamiento y contención”, concluye el artículo citando a Ellie Granmaye, responsable del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
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