En este sentido, la independentista ministra primera Nicola Sturgeon, dijo que el Gobierno del Reino Unido deberá otorgar un permiso legal formal a un nuevo referéndum. Sin embargo, destacó que si Londres quiere insistir en su NEGATIVA, entonces, puede pelear por ella en las cortes.
Ahora, los nacionalistas dicen que el referéndum es el mandato que los escoceses les han dado, y ellos lo seguirán con la mayoría que tienen en el Parlamento de Holyrood, tras las elecciones del jueves. No obstante, desde Londres dicen que ya hubo un referéndum en 2014, cuando la ciudadanía dijo no, y que una nueva consulta no es necesaria, cuando ahora hay que enfocarse con toda fuerza en la pandemia y no en un nuevo plebiscito.
La unidad escocesa hacia la independencia, tras el referéndum del Brexit y la salida efectiva del Reino Unido de la UE, ha causado que otros reinos, como Irlanda del Norte, también aumenten sus esfuerzos por lograr la separación, y echan una curiosa mirada a cómo se desarrolla la situación en Escocia. Los sondeos indican que, actualmente, el independentismo podría ganar, al contrario de lo que pasó hace 7 años, cuando solo un 45% votó por la secesión.
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