El superpetrolero puede salir “tan pronto como organice la logística necesaria para la navegación de un barco de este tamaño donde sea que vaya”, ha declarado este viernes el primer ministro de este territorio británico de ultramar situado al sur de la península ibérica, Fabian Picardo.
En declaraciones a la emisora británica BBC Radio, el funcionario gibraltareño ha detallado que la salida del barco puede producirse “hoy o podría ser mañana”.
Al ser preguntado sobre la petición de EE.UU. de no liberar al carguero, Picardo alegó que se trata de “determinaciones hechas de manera objetiva e independiente por las autoridades y luego sujetas una vez más a la jurisdicción de la Corte Suprema de Gibraltar”.
De esta forma, se confirma la decisión de poner en libertad al buque tomada por las autoridades gibraltareñas, pese a la solicitud de EE.UU. de seguir reteniéndolo. De hecho, la Corte de Gibraltar decidió el jueves liberar al Grace 1 horas después de que tomara la misma medida con los tripulantes del buque.
El Grace 1, cargado con 2,1 millones de barriles de petróleo iraní, fue abordado el 4 de julio por la Marina Real británica en aguas españolas del estrecho de Gibraltar bajo la sospecha de transportar crudo a Siria, país sujeto a sanciones de la Unión Europea (UE). El Gobierno iraní a su vez tachó la detención de “piratería” y aseguraron que el destino del petróleo no es el país árabe.
La incautación del petrolero se llevó a cabo por petición de la Administración estadounidense, presida por Donald Trump, pero esta vez Londres rechazó mantener detenido al barco, tal y como exigió EE.UU.
Parece que los británicos no quieren que Washington los arrastre a un aventurismo no deseado con Irán, teniendo en cuenta el hecho que Irán ya ha inmovilizado en el estrecho de Ormuz a un petrolero británico, el “Stena Impero” y que puede volver a hacerlo cuando quiera.
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