El Reino Unido justificó el bombardeo aéreo en Siria como una manera de reducir la capacidad del Gobierno de Bashar al-Asad de nuevos ataques con armas químicas.
La primera ministra británica, Theresa May, justificó la acción militar como la única alternativa posible luego de que la diplomacia fallara. Pero la reacción dentro del Reino Unido no está en sintonía con la decisión ejecutiva y ni con la forma en que fue tomada. Una decisión que ha sido abiertamente cuestionada por el líder del Partido Laborista británico (PL), Jeremy Corbyn.
No cabe duda que el ataque a Siria por parte de la triple coalición estará bajo el escrutinio de los 650 miembros del Parlamento británico el próximo lunes cuando se reanuden las sesiones parlamentarias, luego del receso de Pascua. Theresa May tendrá mucho que responder en cuanto a las consecuencias de este ataque que para los críticos es una escalada peligrosa con repercusiones mundiales.
Precisamente, este sábado el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) se reunió de emergencia para analizar lo ocurrido, mientras se espera el resultado de la delegación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) que también inició las inspecciones en Siria en la zona del supuesto ataque químico.
Claudia Navarro, Londres.
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