En un comunicado publicado por la presidencia del Líbano difundida este lunes, Aoun ha manifestado inquietud. “Tememos que no se logre una retirada completa mañana”, ha dicho.
Sin embargo, ha avisado de la comunicación en curso para alcanzar la meta. “Seguimos manteniendo contactos en varios niveles para presionar a Israel para que respete el acuerdo, se retire en la fecha programada y devuelva a los prisioneros”, ha urgido insistiendo en la imperativa necesidad del repliegue de las fuerzas ocupantes israelíes.
Aoun ha instado, en especial a los patrocinadores del acuerdo de alto el fuego con los israelíes, a presionar al régimen de Tel Aviv para que retire sus fuerzas en la fecha límite. Los patrocinadores del acuerdo deben asumir su responsabilidad de ayudarnos, recalca.
Israel se vio obligado a aceptar el alto el fuego con el Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá) el 27 de noviembre de 2024, después de sufrir grandes pérdidas en el campo de batalla y no lograr sus objetivos, a pesar de asesinar a más de 4000 personas en el Líbano.
La retirada israelí estaba estipulada en el acuerdo de alto el fuego. Según el acuerdo, las fuerzas sionistas debían retirarse inicialmente del sur del Líbano antes del 26 de enero, conforme con el acuerdo de alto el fuego original.
Un comité que representa a Estados Unidos, Francia, Líbano, el régimen israelí y el mando de las fuerzas de paz de la ONU que prestan servicios en la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) tiene la tarea de garantizar que se identifique y se aborde cualquier violación del alto el fuego.
Los expertos en asuntos internacionales dicen que, además de los garantes del acuerdo de alto el fuego, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas también tiene la clara responsabilidad de tomar medidas efectivas para poner fin a la agresión israelí y exigir cuentas al régimen de apartheid sionista.
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