Publicada: lunes, 19 de agosto de 2024 3:49
Actualizada: lunes, 26 de agosto de 2024 1:57

El asesinato del comandante de alto rango de Hezbolá, Fuad Shukr, hará que la resistencia libanesa esté más decidida a continuar la lucha contra el régimen israelí del apartheid, dijo su hija al sitio web Press TV.

Por el personal del sitio web de Press TV

 Shukr, alias Seyed Mohsen, era un alto comandante militar del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y confidente cercano del líder del movimiento libanés, Seyed Hasan Nasralá.

Fue asesinado en un ataque selectivo contra los suburbios del sur de Beirut, capital del Líbano, el 30 de julio, y el ataque fue reivindicado por el régimen israelí.

En declaraciones al sitio web Press TV, su hija mayor, Jadiya, recordó lo que sucedió ese fatídico día y cómo ella y los miembros de su familia se enteraron del martirio de Shukr.

“Al principio pensamos que el ataque era un estallido sónico, pero luego comprendimos rápidamente que se trataba de una explosión”, relató Jadiya, refiriéndose al fenómeno que se ha convertido en algo común en el sur del Líbano en los últimos meses.

“No se nos ocurrió que mi padre podría haber estado en el lugar de la explosión. Siempre fue discreto sobre su paradero por circunstancias laborales y nunca le preguntamos por respeto. Normalmente nos llamaba cuando había algún ataque o explosión para asegurarse de que estábamos bien y para asegurarnos que él también estaba bien”.

El ataque aéreo del 30 de julio contra un apartamento residencial en el distrito Haret Hreik de Dahiyeh, que también mató a dos niños, se produjo en medio de crecientes tensiones regionales por el genocidio en curso en Gaza.

El cobarde ataque acaparó los titulares de todas partes y provocó reacciones generalizadas de los grupos de Resistencia regionales.

Según su hija, poco después de la explosión, ella y sus familiares fueron informados de que su padre estaba presente en el lugar de la explosión.

Sin embargo, el personal de defensa civil no pudo localizarlo ni a él ni a su cuerpo entre los heridos y mártires durante varias horas, lo que dio lugar a especulaciones sobre su paradero.

“Estábamos esperando, como todos los demás, a que rescataran a los heridos de debajo de los escombros. Todavía teníamos la esperanza de que estuviera vivo hasta que nos informaron que los equipos de rescate dijeron que era hora de buscar cadáveres y partes del cuerpo y realizar pruebas de ADN en muestras de sangre o partes del cuerpo trituradas porque ya no había esperanzas de encontrar personas con vida”, dijo Jadiya.

“Pasó un tiempo hasta que los equipos de rescate encontraron el cuerpo de mi padre tirado lejos del lugar de la explosión. Esta revelación gradual sobre su asesinato fue una especie de preparación para que pudiéramos recibir y digerir la noticia”.

 Barbarie israelí

Una declaración de Hezbolá lo llamó el gran comandante luchador que fue el objetivo del enemigo sionista. El líder de Hezbolá también rindió homenajes entusiastas al comandante fallecido.

El impacto de la explosión fue tan devastador que sacudió todo el barrio y dañó varios edificios en las inmediaciones del conjunto residencial que era el principal objetivo.

“El edificio quedó casi destruido y los edificios de al lado, así como los coches y tiendas de la zona, también sufrieron graves daños. Dos niños y dos mujeres murieron y decenas resultaron heridas”, narró Jadiya al sitio web Press TV, recordando la horrible tragedia.

“Pero éste no es un escenario nuevo en lo que respecta a la barbarie israelí. No me sorprendió en absoluto ver el salvajismo”, se apresuró a añadir.

Haciendo un frente valiente a pesar de la colosal tragedia, Jadiya remarcó que han sido testigos de la brutalidad desatada por la ocupación israelí a lo largo de los años en muchas guerras, tanto en Palestina como en El Líbano.

“Hemos sido testigos de la brutalidad israelí a lo largo de los años en diferentes guerras que lanzó contra los palestinos en los territorios ocupados y contra El Líbano, y no sólo en la (operación) Tormenta de Al Aqsa", dijo.

Jadiya visitó el lugar de la explosión un día después del ataque para ver si podía encontrar restos de su padre.

“Entre los objetos que quedaron de su oficina se encontraba una pequeña alfombra del santuario del (octavo Imam de los musulmanes chiíes) Imam Reza (P), algunos documentos administrativos relacionados con el trabajo y la silla en la que estaba sentado, que estaba rota en pedazos con su sangre”, mencionó.

Una gran pérdida, pero no una derrota

Shukr ascendió en las filas hasta alcanzar una posición codiciada en la Resistencia libanesa y se le atribuye haber liderado a los combatientes de la Resistencia en múltiples guerras contra la entidad sionista.

En su discurso días después del asesinato de Shukr, el líder de Hezbolá calificó su pérdida de “grande”, pero añadió que no sacudiría el Frente de Resistencia y que el trabajo inacabado se llevaría a cabo.

Nasralá también prometió que las represalias contra el asesinato de Shukr son inevitables.

 

“Seyed Hasan Nasralá dijo que el asesinato de mi padre es una gran pérdida porque es una persona de gran valor”, dijo Jadiya al sitio web Press TV, refiriéndose a los comentarios del líder de Hezbolá.

“Esta es una gran pérdida, pero no una derrota como piensan el enemigo israelí y sus partidarios”, adujo.

Se refirió a los asesinatos de otros líderes y comandantes de alto rango de Hezbolá y afirmó que su martirio sólo revitalizó la Resistencia contra el régimen del apartheid.

“¿Se consideraron derrotas los asesinatos de ex líderes de Hezbolá como Seyed Abás Musavi, Sheikh Ragheb Harb, Hach Imad Moghnieh u otros líderes del Eje de Resistencia como el teniente general Hach Qasem Soleimani?”, se preguntó.

Estos asesinatos, reiteró Jadiya, sólo han fortalecido al Eje de Resistencia.

“Los asesinatos hicieron que el Eje de la Resistencia, sus líderes y sus partidarios estuvieran más decididos que nunca a defender su país, su pueblo y la causa palestina porque es una causa justa”, indicó.

En una declaración del 31 de julio, Hezbolá dijo que su martirio será una “motivación rotunda para que sus compañeros de lucha avancen con firmeza y coraje para preservar los logros, victorias y capacidades, y alcanzar las metas y aspiraciones que este gran líder esperaba”.

Mátanos, nos volvemos más conscientes

Jadiya señaló que el régimen israelí es “arrogante e ignorante”, lo que le hace subestimar o juzgar mal el resultado de sus acciones.

“Hay dos puntos que los israelíes deberían entender. Cuando Israel asesina a un líder o un miembro de Hezbolá o del Eje de Resistencia, le está haciendo un favor a la persona apuntada”, precisó.

“Estas personas creen en el martirio y esperan esa culminación (en sus vidas)”, explicó.

Detalló que la Resistencia ganaría fuerza después del martirio de su padre.

“Los israelíes deberían saber que cuanta más sangre derraman, más decididos estamos a resistir al régimen. Somos las mismas personas que decimos; Mátanos, porque nuestra gente se volverá más consciente”, destacó.

“En nuestras creencias no existe el concepto de derrota; es victoria o martirio; una forma deseada por muchos de sacrificarse y ganar el más allá”, anotó.

El legado distintivo de Shukr

Según informes de los medios de comunicación, el asesinato de Shukr formó parte de una política adoptada durante décadas por el régimen del apartheid para “perturbar” las capacidades de Hezbolá mediante asesinatos selectivos.

Sin embargo, Jadiya declaró que no perturbará nada y que la misión de la Resistencia será llevada a cabo por los camaradas y estudiantes de Shukr a quienes él entrenó y guió durante años.

“Los israelíes tienen que saber algo muy bien: Seyed Mohsen entrenó y enseñó a cientos, si no miles, de jóvenes combatientes de Hezbolá a lo largo de los años y dejó un legado distintivo”, apuntó.

Durante una ceremonia en memoria del comandante mártir, Nasralá describió a Seyed Mohsen como el “hacedor de hombres”, explicando que el mártir era influyente en su entorno y que muchos de los mártires de Hezbolá a lo largo de los años estaban entre sus estudiantes.

“Los asesinatos selectivos de Israel nunca han logrado desmantelar el movimiento de Resistencia ni amenazar a sus miembros y partidarios”, puntualizó Jadiya.

El pilar del amor

Seyed Mohsen era una persona carismática y fuerte en términos de formación del personal e incluso en términos de crianza de sus propios hijos, dijo Jadiya al sitio web Press TV.

“Este carácter firme cambiaría en cuestión de segundos. Se convertiría en una persona cariñosa y vivaz. Para los jóvenes y los mayores, para nosotros y sus nietos, era una persona generosa y cariñosa que podía empatizar con todos”, comentó.

Jadiya puso de relieve que su padre estaba interesado en enseñarles cómo mantenerse conectados como miembros de la familia y ayudarse unos a otros en momentos de necesidad.

También reiteró que Seyed Mohsen era un padre de buen corazón que siempre quiso lo mejor para sus hijos y para todos los que lo rodeaban.

“Él siempre se aseguró de que estuviéramos aprendiendo sobre nuestra religión y cuidando nuestros estudios”, señaló. “Podría decir que fue el pilar de las emociones y del amor en nuestra vida”.

Khadija dijo que su padre tenía un carácter extraordinario y, aunque estaban privados de vivir una vida normal, él siempre compensaba cualquier ocasión que perdía.

A pesar de todas las dificultades, Jadiya afirmó que vivieron una vida feliz con él, disfrutaron y compartieron momentos junto a un hombre que fue su padre, un modelo a seguir y un gran líder.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.