“El Líbano ha entrado en una nueva fase tras el reciente crimen cometido por EE.UU. en Irak, al asesinar al general iraní Qasem Soleimani (...) Esta fase es ‘la necesidad de expulsar a las fuerzas militares de EE.UU. de la región’”, declaró un miembro del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Durante una reunión de carácter político celebrada el sábado por Hezbolá en el sur del país árabe, Fazlolá también enfatizó que el Gobierno de El Líbano, para hacer frente a Washington, debe fortalecer sus lazos con la República Islámica de Irán.
De igual modo, advirtió que la presencia militar de EE.UU. en la región ha provocado inestabilidad y ha conducido a su ocupación, dominación y sometimiento en cuanto al destino de los países de la zona.
“Tan pronto como el Parlamento iraquí aprobó el plan para el repliegue de las tropas estadounidenses de Irak, el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó con boicotear y chantajear a los iraquíes”, sostuvo el legislador.
Al respecto, explicó que EE.UU. siempre ofrece dos opciones a las naciones, a saber: que se rindan ante él o elijan ser sancionadas por Washington. Si los Estados optan por la rendición, explicó, el Gobierno de EE.UU. les arrebata todas sus riquezas, como ha ido haciendo a lo largo de la historia; sin embargo, cuando los países se posicionan en contra de EE.UU. y no se arrodillan, puede que sean objeto de sanciones y bloqueos, aunque de esta manera protejan sus riquezas, su futuro y su dignidad.
A modo de ejemplo, se refirió a Irán, al que llamó el Estado más honorable, digno y más poderoso de la región, pese a las presiones de EE.UU., “porque ha resistido ante las sanciones de Washington durante 41 años”, añadió.
El Parlamento iraquí aprobó la expulsión de las fuerzas militares norteamericanas de Irak tras el asesinato del teniente general Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán. Esta medida airó a Trump, quien recordó el costo que ha tenido su presencia militar en suelo iraquí.
“Tenemos una base aérea extraordinariamente cara, su construcción costó miles de millones de dólares”, destacó, para luego insistir en que los iraquíes tendrán que abonar lo invertido si quieren que se materialice la retirada de las tropas estadounidenses de Irak.
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