Mediante un comunicado emitido el viernes, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro estadounidense anunció nuevas sanciones contra ocho ejecutivos de la compañía Paravar Pars Company, acusándolos de producir drones para el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.
En este contexto, declara que la entidad iraní sigue fabricando los vehículos aéreos no tripulados para transferirlos a Rusia para su uso en Ucrania.
Las sanciones de la OFAC, además incluyen a dos buques de la Armada de la República Islámica de Irán, el buque avanzado de Makran y el destructor Dena.
Conforme indica, todas las propiedades e intereses de los individuados y entidades sancionados que se encuentren en el país norteamericano serán bloqueados.
Las sanciones vienen después de que el 9 de diciembre, Estados Unidos alertara sobre una asociación militar “sin precedentes” entre Rusia e Irán, y acusara, sin pruebas, a Teherán de convertirse en uno de los principales patrocinadores militares de Moscú, enviando cientos de drones a Rusia para usarlos en la guerra con Ucrania.
Teherán ha negado en diversas ocasiones el suministro de drones para ser utilizados en el conflicto de Ucrania y se ha ofrecido como mediador entre Kiev y Moscú, en la guerra en curso, desde finales de febrero pasado.
Irán ha pedido a las autoridades ucranianas pruebas sobre el uso de sus aparatos teledirigidos por Rusia, y asevera que las acusaciones son parte de una campaña política liderada por los medios de comunicación de ciertos países contra la República Islámica.
Dichas alegaciones se producen mientras la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., ha entregado diferentes tipos de armas a Kiev, incluido sistemas antidrones sofisticados.
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