La expolicía estadounidense blanca Kim Potter fue declarada el jueves culpable de homicidio en primer y segundo grado por la muerte de un joven afroamericano de 20 años en el Brooklyn Center, un suburbio de Mineápolis, Minnesota en EE.UU., durante un control de tráfico de rutina que se convirtió en una situación caótica.
Según afirmó, Potter confundió el pasado 11 de abril su arma de fuego con la pistola Taser al detener a Daunte Wright por haber cometido una infracción de tránsito menor.
De hecho, al darse cuenta de que el conductor era objeto de un orden de aprehensión, Potter intentó detener a Wright usando su pistola Taser, pero tomó por error el arma de fuego en lugar de la pistola paralizante Taser, según afirma la expolicía.
Como consecuencia, de acuerdo con el veredicto de la jueza Regina Chu, Potter fue declarada culpable de muerte involuntario en primer y segundo grado y ahora enfrenta un máximo de 15 años en prisión por el primer cargo y otros 10 por el segundo. Es más, la lectura de sentencia tendrá lugar en febrero.
Por otro lado, la madre del víctima admitió sentir muchas “emociones, cada una de las emociones que ustedes puedan imaginar” durante la lectura del veredicto y Afuera de la corte, simpatizantes también se congregaron para simpatizar con el afroamericano.
La mayoría de los norteamericanos cree que los miembros de la comunidad negra son tratados de manera diferente o injusta, y que el racismo sí está enquistado en el sistema de justicia de Estados Unidos, de hecho, el fallecimiento de Wright generó varias noches de protestas y disturbios en Brooklyn Center, antes de que el arresto de Potter calmara las tensiones.
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