Cuatro personas perdieron la vida cuando simpatizantes del presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, irrumpieron el miércoles en el Capitolio, situado en Washington D.C. (la capital), para evitar que el Congreso certificara la victoria del presidente electo, el demócrata Joe Biden, en las elecciones de noviembre.
La primera víctima mortal fue una mujer, identificada como Ashli Babbitt, una veterana de las Fuerzas Armadas de EE.UU., quien recibió un disparo en el cuello realizado dentro del edificio por un policía del Capitolio.
En redes sociales circula un vídeo donde se escucha la detonación de un disparo y Ashley Babbitt cae al suelo. Con Babbitt en el suelo y sangrando, algunos manifestantes toman imágenes con sus celulares de la escena, mientras los efectivos de seguridad tratan de apartarlos.
“Un agente disparó su arma de servicio alcanzando a una mujer adulta”, explicó Robert J. Contee, jefe de la Policía Metropolitana de Washington en una conferencia de prensa.
El funcionario señaló que se había abierto una investigación por este “hecho trágico”.
Otras tres personas, una mujer y dos hombres, murieron también en los alrededores del Capitolio “por emergencias médicas” distintas, afirmó Contee, sin precisar si se trataba de manifestantes.
14 policías resultaron heridos, dos de los cuales permanecen hospitalizados. También fueron arrestados 52 partidarios de Trump, incluyendo 26 dentro del Capitolio.
Luego de un tumultuoso miércoles, el propio Trump publicó un mensaje en Twitter pidiendo a sus partidarios que volvieran a casa en paz y respetasen la ley y el orden.
Además, el presidente saliente se ha visto obligado a reconocer este jueves que su mandato está terminando y ha prometido una “transición en orden”, luego de que el Congreso haya certificado la victoria de Biden en una sesión conjunta de las dos Cámaras legislativas tras contabilizarse los votos electorales de todos los estados.
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