• Empleados electorales de Detroit (Michigan) recuentan los votos por correo de las elecciones Presidenciales de 2020, 4 de noviembre de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: martes, 10 de noviembre de 2020 2:51

El fiscal general de Estados Unidos autoriza que se investiguen las “acusaciones sustanciosas” de irregularidades en las votaciones que rivalizaron Trump y Biden.

William Barr ha dado luz verde a los fiscales federales a iniciar las investigaciones sobre las “denuncias sustanciales de irregularidades en la votación y la tabulación de votos”, que pudieran sugerir un fraude electoral durante las últimas elecciones presidenciales de EE.UU., informa este lunes la agencia de noticias británica Reuters.

Asimismo, ha determinado que las pesquisas “pueden llevarse a cabo si hay alegaciones claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, pudieran potencialmente afectar el resultado de una elección federal en un estado individual”.

El ato funcionario de la Fiscalía estadounidense ha instado a no dar curso a las denuncias que sean consideradas “extravagantes o descabelladas” que pudieran generar malgastos en el erario público.

La medida adoptada por Barr se anuncia días después de que el candidato demócrata a las presidenciales de EE.UU., Joe Biden, se alzara con la victoria electoral sobre su rival, el saliente presidente republicano, Donald Trump.

 

La misma noche de los comicios, cuando el conteo de votos favorecía a Biden, Trump comenzó a cuestionar el sistema electoral y denunció una conspiración urdida por los demócratas para robarle las elecciones por medio de un “fraude electoral” y planteó la posibilidad de impugnar los resultados ante la Corte Suprema de EE.UU.

La decisión de la Fiscalía General de EE.UU. le da a los fiscales la capacidad de desentenderse de la añeja política del Departamento de Justicia que normalmente prohibiría tales investigaciones antes de que la elección sea formalmente certificada.

De acuerdo con las proyecciones de los principales medios estadounidenses, Biden tiene una ventaja considerable en varios estados claves, y no ha habido indicios de suficientes votos mal contados o emitidos ilegalmente que cambien el resultado.

De hecho, funcionarios electorales de ambos partidos políticos han declarado públicamente que la elección se desarrolló correctamente, aunque ha habido cuestiones menores que son típicas en los comicios, incluyendo fallas en algunas máquinas de votación y votos que fueron mal emitidos o perdidos.

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